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Jugadores e hinchas de Colón celebraron la victoria obtenida en cancha de Rivadavia. Con los tres puntos, el equipo de Comba ya tiene su lugar en los cuartos de final |
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Escribe: Diego Pellegrini (h)
Apenas iniciado el complemento, Lucas Morre marcó, de penal, la única conquista y Colón
festejó otra vez en el clásico frente a Rivadavia, que sufrió las expulsiones de Juan Doñabeitía (en la acción que derivó en el penal) y Federico Ferrer. El equipo de Comba, que mantuvo la punta de la Zona B, ya clasificó a los play offs
Muchas veces, la virtud de un equipo se mide por la capacidad de aprovechamiento del error rival. Y eso fue justamente lo que Colón terminó haciendo para llevarse un nuevo clásico de Arroyo Cabral.
Porque el 1 a 0 ante Rivadavia llegó desde el punto del penal gracias a un remate de Lucas Morre, cuando la paridad reinaba en el cotejo. Todo se dio producto de un grosero error de Juan Doñabeitía, que golpeó con su brazo a Jonathan Ruarte dentro del área, costándole además la expulsión al “Colorado”.
Entonces, esa jugada tan polémica, que derivó en la apertura del marcador, terminó marcando “un antes y un después” en el cotejo, allá por los cinco minutos del complemento.
Antes, mucha paridad con poco fútbol. Después, Colón con el partido a su merced y Rivadavia jugando a matar o morir. Resultado final, el “Rojinegro” fue quien terminó festejando con su gente, logrando el pasaje a cuartos de final.
Pero para sumar de a tres, el equipo de Leonardo Comba mucho tuvo que trabajar y más en condición de visitante.
No obstante, quien comenzó mejor fue el local. Rivadavia tuvo una primera etapa más interesante que su rival, todo dentro de la pobreza futbolística antes mencionada.
Un tiro libre indirecto (pierna en alto de Mansi) que José Berterame no pudo cambiar por gol, un disparo de Franco Santoni, que David Paoletti sacó por arriba, más un remate de Lucas Barengo, que dio en el palo, mostraba que el conjunto dirigido por Marcelo Santoni estaba mejor con el balón.
Mientras tanto, Colón parecía no hacer pie, porque perdía rápidamente la pelota y casi no atacaba. Sólo un cabezazo de Matías Rojas, que Marcelo Berardo tapó sin problemas, era lo que se destacaba como chance.
Pero con el correr de los minutos el visitante se acomodó en el campo y emparejó el encuentro. Eso hizo que el clásico se hiciera más cerrado y que las situaciones de peligro desaparecieran de la tarde nublada de Arroyo Cabral.
Rojas y triunfo
Pero el segundo tiempo comenzó de otra manera, porque en dos minutos Rivadavia se acercaba al área rival con un centro que Mansi despejaba pegado a la línea de gol y luego Ferrer disparaba un tanto débil a las manos del uno.
Claro que a los 4m llegó la jugada clave. Doñabeitía golpea a Ruarte. Roja para el hombre del local y penal cambiado por gol de Lucas Morre para el 1 a 0.
Panorama negro para los pupilos de Santoni y más cuando Ferrer vio la segunda amarilla y también se fue antes a las duchas (11m).
Con el partido desvirtuado, las posibilidades del local se desvanecieron y quedó todo para que Colón liquide el cotejo.
Y aunque los dirigidos por Comba nunca lo hicieron, Rivadavia no podría llegar al empate a pesar de que lo buscó heroicamente hasta el final.
Hubo dos jugadas polémicas por mano de Luppo dentro del área, pero ambas tuvieron un alto contenido de casualidad, por lo que el juez Atorri no marcó penal.
En Rivadavia saltaron a la cancha Santiago Domínguez, Echavarría y Cerutti tratando de acomodarse con dos menos y Comba colocó un delantero más, Leonardo Sandrone, para obligar al rival a que no descuide su defensa.
Pero poco pudo hacer el local. Y aunque el “Rojinegro” lo perdió con un mano a mano de Demichelis y un penal que el árbitro no vio contra el mismo delantero, Rivadavia no podría empatarlo.
Tuvo la gran chance, pero el cabezazo de Berterame a los 46m fue rozado por el guante de Paoletti, dando la pelota en el palo. Esa sería la última y el destino le dijo que no al “Verde”. Claro, Rivadavia ya había pecado y Colón nunca lo perdonó.
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