En el marco del proyecto solidario que desde hace varios años impulsan, alumnos y docentes del Instituto “El Caminante” viajaron a la localidad correntina de Santo Tomé para realizar su tradicional “Pintada de escuelas de frontera”.
En Corrientes, los chicos compartieron actividades de integración e interacción con los integrantes de la Escuela 893 “Andrés Daniel Rodríguez” (Colonia gobernador Ruiz) y la Escuela 141 “Genaro Berón de Astrada”.
Es importante destacar que esta última entidad cumplirá en pocos días su 150º aniversario fundacional y que durante los festejos expondrán las producciones de los educandos villamarienses.
Con la experiencia concretada, la comunidad educativa logró sumar un destino más al recorrido que ya recaló en Chubut, Mendoza, Misiones, Jujuy y San Juan.
“Esta red de amigos que se va construyendo, permite valorar a aquellas personas que comparten la lucha por la educación en lugares de Argentina, donde no siempre tienen las comodidades de la tecnología actual”, subrayaron los consultados por EL DIARIO.
“Pintamos aulas y murales que firmamos con el nombre de la escuela y de la ciudad, por eso una partecita de Villa María está presente en las fronteras”, manifiestan los alumnos del instituto que ya proyecta plasmar su iniciativa, el año que viene, en localidades de la cordillera.
En virtud de lo vivenciado, los estudiantes de quinto año (organizadores de la propuesta) brindaron ante este matutino sus apreciaciones del viaje logrado.
“Me gustó la experiencia, ves otra realidad, totalmente distinta a la tuya, aprendés a valorar lo mucho o lo poco que tenés, los nenes se encariñan con nosotros, es lindo ver que te demuestran afecto”, explicó Nury, una de las alumnas reporteadas.
Por su parte, Alexander señaló: “Me gustó el viaje porque pude disfrutar de compartir mi alegría con la de los chicos a los que les pintamos el aula”.
“Lo que más me impresionó fue la forma en que nos recibieron, con la hospitalidad que nos trataron a pesar de no conocernos. Lo que compartimos nos ayuda a formarnos como personas, porque incorporamos valores que de otra forma no sé si conoceríamos. Si tuviera la oportunidad de volver a repetirlo no dudaría en responder que sí”, indicó Cristian.
Nacho, que también fue parte de la movida solidaria, sostuvo: “Me quedó de este viaje el recuerdo de Corrientes, de la pobreza en la que viven algunas personas. Me gustó compartir juegos con los chicos y pintar los murales que van a quedar para siempre en esas escuelas”.
“La experiencia se enmarca en el proyecto de pro-socialidad que sostiene la escuela, en el convencimiento de que los adolescentes pueden y les interesan las cuestiones sociales, culturales, son solidarios y básicamente podemos esperar mucho de ellos”, remarcaron las fuentes consultadas por este medio.