La noche del sábado se vivió a pleno y colmó las expectativas de la Capital Nacional del Maní. Tal como estaba previsto, pasadas las 21 dio inicio la gran noche de la 57º edición de la Fiesta.
La apertura estuvo a cargo de los maestros de ceremonia Sergio Palacio y Patricia Fernández Dodi. Luego fue el turno del himno de la fiesta a cargo de "Las Voces de Siempre" que, al igual que el año pasado, fueron sus intérpretes. Posteriormente el "Ballet de la Vendimia" fue el encargado de ponerle brillo, baile y glamour a la noche, desplegando sobre el escenario “Héctor Lenarduzzi” diferentes coreografías con más de 20 artistas en escena. El momento de las soberanas y reinas invitadas marcó la devolución numerosa a los kilómetros recorridos por la representante en todo el año. Cabe destacar que las consagradas de la pasada edición fueron las de más extenso itinerario en la historia de la fiesta, sumando casi 50 mil.
La corona
Carla Moreschi, de 17 años, quien cursa el sexto año del Instituto "Divino Corazón" de Hernando fue electa nueva Reina Nacional del Maní. Es su Virreina la postulante de la localidad de Tancacha, Narella Reyneri, de 16 años y la Princesa es también de la localidad de Tancacha, su nombre es Nicolle Cavallo y tiene 17 años. La elección llegó alrededor de las 0.45 del domingo tras una emotiva despedida de la Reina del Centenario, Natalí Decándido. Este año también se eligió "Embajadora", que va a ser la encargada de representar al mayor evento social de los hernandenses, especialmente en aquellos eventos institucionales locales: el honor recayó en Maira Pereyra, de Hernando.
Con chaya
Sergio Galleguillo mostró un espectáculo para amanecerse chayando y disfrutando no sólo con las canciones, sino también con los bailes y hasta con las palabras que el artista intercambió con el público, generando un ida y vuelta muy generoso.
Subió al escenario pasadas las 2 de la mañana y si el clima lo hubiese permitido seguramente se habría visto más, porque los espectadores estaban "encendidos" y él también. Paseó por diferentes ritmos, más lentos, chacareras, el ritmo de carnaval y hasta tango con Renzo, un hombre joven que salió de un concurso de cantantes y que el riojano adoptó como propio hace muy poquito tiempo. Lamentablemente la tormenta -que parecía más fuerte de lo que en realidad fue- hizo que la mayoría de los presentes se fueran masivamente del predio y sólo quedara para el bis un grupo al frente del escenario que hasta con paraguas le hacía frente al momento, dentro del mismo muchas reinas nacionales y provinciales que llegaron a Hernando para acompañar a la saliente Natalí Decándido. Y justamente fue Natalí, la ahora ex reina, la que agregó un toque de color al espectáculo, ya que con uno de los integrantes del staff de Galleguillo bailó una chacarera sobre el escenario mayor. Un número central festivalero que realmente gustó al público y lo demostró quedándose a esperarlo.
Esas voces
En la antesala de Galleguillo, “Las Voces de Siempre” fueron los encargados de encender la fiesta y la alegría en el público hernandense, que por esas horas había colmado el predio “Gregorio Gutiérrez”. Con un repertorio renovado, le pusieron toda la fiesta a esta velada. Este grupo formado hace 13 años, por músicos de la ciudad como Leandro Aldana, Gustavo Cervetto y Daniel Abrate, también acompañados por artistas invitados, en los últimos tiempos están logrando actuaciones destacables en festivales distintos del país.
Tango va
Fernando Rodas cautivó al público con sus tangos y, además, por su forma de decir. El broche de oro fue que, para acompañarlo en la faz instrumental, buscó a Daniel Abrate un consagrado músico hernandense como él mismo hizo notar en diferentes momentos de su presentación. Rodas, que se inició en la música folclórica, se metió de lleno con los tradicionales del dos por cuatro.
Mágica
Con un show mágico-musical, el mago e ilusionista oriundo de Alcira Gigena, Pablo Lambertini, brindó un pasaje nunca antes visto sobre el escenario de la fiesta. Entre la magia y el ilusionismo, el mago mantuvo a los hernandenses en vilo ante cada truco que realizaba. La animación estuvo a cargo de Mauro Acevedo, quien junto a Raúl Salazar y su hija fueron los encargados de ponerle el ritmo. También un grupo de niñas del grupo coreográfico “Chiqui Gym” fueron las encargadas de ponerle más movimiento al espectáculo.