Tal como anunciamos, será el viernes 16 desde las 8 en la Clínica de la Familia con el aval del Incucai y el apoyo de la Fundayt.
Con tal motivo, ayer por la mañana en la Medioteca, Eduardo Belloccio, de la Confederación General del Trabajo (CGT) y Rubén Aguiar por la Fundación para la Ablación y el Trasplante (Fundayt) pidieron a la comunidad trabajadora local que se solicite turno para extracción de sangre en los sindicatos correspondientes.
El operativo se iniciará a las 8 del día mencionado, y se prevé que habrá 10 extracciones por hora en la clínica de avenida Larrabure 1400.
Belloccio pidió la colaboración de todos los gremios, "estén o no dentro de la CGT" y comentó que la campaña en curso, procura "dar vida en vida" y recordó que "todas las personas estamos expuestas a necesitar de este tipo de ayuda. Donar hace que muchos seres humanos sigan junto a nosotros".
Según se explicó, la extracción de sangre será de 450 centímetros cúbicos, parte de los cuales se someterá examen de histocompatibilidad para médula ósea.
Los donantes no están obligados a ir en ayunas, aunque se recomienda que se desayune frugalmente.
Para utilizar en tratamientos de médula ósea los donantes deben tener entre 18 y 55 años de edad, pero igualmente se recibirá sangre de personas de más edad, para otros usos sanitarios.
Cualquier empleado que desee participar puede pedir licencia amparado por la Ley de Contrato de Trabajo.
La donación de médula ósea puede salvar vidas y sólo requiere un proceso relativamente sencillo.
El trasplante de médula ósea es la única esperanza para muchas personas, especialmente niños, que sufren leucemia, aplasia medular y otros procesos afines. Cada año aparecen cien nuevos casos de leucemia por millón de habitantes. Muchos de estos pacientes tienen la posibilidad de salvar su vida mediante un trasplante de médula ósea.
El trasplante de médula ósea simplemente es la sustitución de las células madre, de los glóbulos rojos, de los glóbulos blancos y de las plaquetas de la sangre del enfermo por las de un donante sano. Estas células madre son transfundidas al enfermo por vía endovenosa, como en una transfusión sanguínea, a las 2 ó 3 semanas, la médula transfundida empieza a producir células normales en el enfermo.
El 70% de los enfermos no dispone de donantes compatibles en su familia, por lo que estos pacientes necesitan hallar un donante voluntario no emparentado.
Ser donante voluntario de médula ósea es aceptar firmemente el compromiso moral de donar la médula ósea a un enfermo de cualquier parte del mundo que, sin disponer de familiares compatibles, requiera un trasplante. El único requisito inicial es cumplimentar un formulario y someterse a una pequeña extracción de sangre, como para un análisis de rutina, con el fin de determinar el grupo de Histocompatibilidad (HLA).
Puede incluirse toda aquella persona con edad comprendida entre los 18 y 55 años y que disfrute de buena salud. El criterio de buena salud consiste en no sufrir enfermedad cardiovascular, renal, pulmonar, de hígado u otras afecciones crónicas que requieran tratamiento continuo, y no tener antecedentes de análisis positivos en cuanto a infecciones de los virus de la hepatitis B, C y Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.
Donar médula ósea consiste en proporcionar al enfermo células madre de los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas de la sangre procedente de un donante sano. Ello se lleva a cabo extrayendo del hueso de la cadera con una jeringa una pequeña cantidad de médula, suficiente para conseguir un injerto. Este acto se realiza bajo anestesia general o epidural, y siempre en un hospital especializado, emplazado en la misma localidad o en la más cercana posible a la de residencia del donante.
En la actualidad, existen estudios muy avanzados cuyos resultados harán posible que en el futuro se generalice la extracción de células madre desde la sangre mediante un proceso alternativo que dura unas dos horas, no requiere anestesia y no tiene más molestias que las de una donación de aféresis para transfusión.
Un donante voluntario de médula ósea puede ser requerido en distintas ocasiones para someterse a nuevas extracciones de sangre que permitirán confirmar y ampliar su tipaje.
No existe otro riesgo que el de la anestesia general o epidural el cual es muy bajo; en personas sanas la probabilidad de complicaciones es de 1 por 50.000 casos. Por efecto de la extracción sólo puede aparecer un leve dolor residual en la cadera que desaparece a los pocos días de la donación.