El presidente del Tribunal de Cuentas y abogado Carlos De Falco fue invitado a observar las elecciones en Estados Unidos. Tras conocerse el resultado, envió a nuestra Redacción un escrito con su visión sobre el proceso que concluyó con el triunfo de Barack Obama.
Transcribimos el escrito a continuación: “La vida en Washington DC no cambió ni antes ni después de las elecciones. Este proceso si bien ha sido reñido nada tiene de comparable con los nuestros. Nosotros somos una expresión latina de temperamento, los anglosajones no lo son. Solo, como ejemplo, basta decir que el día de ayer (por el martes) fue laborable, que la ciudad tuvo su ritmo normal y que caminando por las calles cualquier desprevenido ignoraba lo que ocurría.
Para brindar mis impresiones, lo haré a modo de respuestas a interrogantes de consideraciones que pueden tener significancia en el propio proceso, tanto en nuestra región como en nuestro país.
Nos podríamos preguntar: ¿por qué ganó Obama? Pues bien, eligió ponerse en campaña desde hace más de un año y su estrategia giró en torno a dos cuestiones, la primera confrontar con el Congreso, que le es ciertamente adverso desde hace dos años y decirle a su pueblo ‘ellos no me dejan gobernar’ (de hecho sólo se han aprobado el 3% de los esbozos legislativos), pedirles una oportunidad para seguir adelante, y lo segundo fue generar en las minorías, en los afroamericanos y en los inmigrantes latinos, sobre todo, la sensación de que sólo él los podía proteger.
Sabido es que los republicanos, y obviamente su candidato Romney, son partidarios de una política en contra de la inmigración, aunque digan lo contrario.
Los latinos representan un caudal de votos sumamente importante (17%) en estados como California, Texas, La Florida, Ohio, etcétera, lo que implicó la importante cantidad de votos que aportaron para la victoria de Obama.
El actual presidente logró convencer a los inmigrantes para que concurran a las urnas, un poco él y otro poco el error de los republicanos de no trabajar sobre ese sector, con un mensaje más claro.
Ahora bien, esta estrategia de Obama representa, luego de su victoria, un significativo desafío. Deberá recomponer su relación con el Congreso para dar al país la gobernabilidad necesaria, esa es una preocupación de su pueblo y también deberá lograr de una vez la reforma migratoria que tanto se reclama (sólo basta citar que en los EE.UU. existen 11 millones de inmigrantes indocumentados o ilegales).
En definitiva todos esperan un Obama progresista que piense en las necesidades reales de su gente y que no mire el pasado. ¿Lo logrará? Tiene sólo 48 meses para ello, luego de lo cual, al no poder aspirar a otro mandato, su poder decaerá y será irremediablemente tarde.
Vayamos a lo nuestro: ¿qué rol jugó Latinoamérica, en especial Argentina, en la campaña? América del Sur no estuvo presente en el debate, sólo tangencialmente México. De la política exterior sí estuvo muy presente el mundo árabe, Israel, Europa.
Ni los ciudadanos estadounidenses, ni los candidatos, ni el Gobierno estuvieron preocupados por el tema. Los primeros están inmersos en sus propias preocupaciones, los candidatos en convencerlos y el Gobierno tiene otras prioridades internacionales. Para terminar este parcializado y breve análisis cierro con la respuesta a la pregunta: ¿qué consecuencias podrá tener este resultado para nuestro país? Aquí la cosa es diametralmente opuesta. Obama tiene un pensamiento distinto sobre las relaciones de EE.UU. con América, más abierto, más permeable a ‘respetar’ nuestras decisiones soberanas, si bien no ha sido ni será lo óptimo ni expresará un trato de igual a igual, seguirá representando un papel conciliador y, en ese terreno, nosotros podemos tener la serenidad suficiente para desarrollar nuestras propias ‘recetas’, en cambio Romney representaba la política más dura, tanto como la que pretendió imponer Busch.
Finalmente, más allá de lo expuesto, nosotros seguiremos penando con nuestras propias cosas y la mayoría de los habitantes de la Nación del norte seguirán con sus propios problemas, muy, pero muy lejos, de tener conciencia de lo que ocurre por nuestras hermosas tierras”.