"Acá pasé mi noche de Bodas”, dice una señora al ingresar al Registro Civil a hacer un trámite, lo que da cuenta de la historia del edificio que hoy alberga a la Municipalidad de Villa María.
Se trata del Palace Hotel, construido desde finales de la década del 20.
En mayo de 1930 fue inaugurado el espacio que ofrecía en distintos anuncios publicitarios de la época “habitaciones desde $3 diarios”. Contaba con “120 habitaciones - 92 baños - Cocina moderna a petróleo - Bar - Comedores - Confitería - Salones para fiestas - Garaje propio, gratis - Lavadero para ropa”, según citó en su investigación Jesús Chirino, para EL DIARIO Cultura, suplemento declarado de Interés Cultural (al igual que EL DIARIO en los barrios).
El profesional a cargo del emprendimiento fue el ingeniero y arquitecto Angel T. Lo Celso, que tenía su oficina en Caseros 463 de la ciudad de Córdoba. En tanto que la empresa constructora fue Ambrosio Bruno y Hnos., que también tenía sus oficinas en la capital provincial. Por su parte la herrería, tanto la de obra como la artística, fue trabajo de la firma cordobesa Carello Hnos.
En tanto que la empresa rosarina “Angeleri, Jacuzzi & Cía.” se hizo cargo de proporcionar los artefactos sanitarios para el moderno hotel que asomaba a la vida cuando estaba apareciendo lo que se denominó crisis del 30.
“El hotel fue concebido principalmente para aquellos que transitando el camino de Buenos Aires hacia la ciudad de Córdoba pudieran pasar la noche aquí y luego emprender, descansados, el viaje a la capital provincial. Es decir, que básicamente se apuntaba a sectores muy acomodados económicamente hablando. Por ello se lo equipó con lo mejor del momento. Entre los novedosos elementos que se instalaron estaban las máquinas para lavar platos y copas “Crescent”, las mezcladoras, picadoras y molinos marca “Hobart”, las cortadoras de fiambre “Berkell”, todos elementos que fueron suministrados por la firma Van Berkell de la ciudad de Buenos Aires.
En tanto los importantes mostradores con que se equipó el hotel, junto con las estanterías que se colocaron en él, fueron adquiridos a la firma cordobesa “R. Glickman e Hijo”. Desde Capital Federal llegó todo lo necesario para lavar, planchar y secar la ropa. La empresa Morea & Cía. fue la que proporcionó estos elementos”, indicó la investigación mencionada.
Desde la Intendencia de Miguel Veglia, el Poder Ejecutivo con la mayoría de sus dependencias se trasladó al lugar. Muchas de las empleadas del Palace fueron incorporadas a la planta municipal, donde siguieron desarrollando su labor.
Hoy sigue en pie, con modificaciones en algunas oficinas (como el salón oval o la dependencia que ocupa el intendente), pero conservando la esencia con la que fue construida, que se puede ver en plenitud en la fachada, los baños que conservan aquellos sanitarios de la época o el Salón Blanco, reservado para casamientos y ocasiones especiales.
Concejo Deliberante
El otro poder político que tiene su escenario en el barrio Centro sur es el Concejo Deliberante. Según los registros que alberga el Archivo Histórico Municipal, lo que hoy es sede del Poder Legislativo fue construido entre los años 1882 y 1883.
El salón principal fue centro de las reuniones sociales de toda una época y marcó el crecimiento de Villa María.
Los descendientes de Pereira y Domínguez vendieron la Casona a la Diócesis de Villa María para que funcionase el Obispado, lo que ocurrió entre los años 1958 y 1983. En ese año comenzó a funcionar el Concejo, hasta nuestros días.
El estilo de la vivienda es neoclásico francés de un gran valor arquitectónico en su fachada. Esta es modulada, con paneles remarcados que caracterizan este tipo de construcciones. Las aberturas también se encuentran remarcadas; en el plano exterior se destacan cuatro columnas iguales, dos centrales, señalando la escalinata de acceso y dos enmarcan con la cornisa superior de galería de entrada. Las cuatro columnas son “corintias”, se observan en los capiteles “hojas de acanto” y cuenta con balaustres de arte románico.