La ciudad de Villa María fue concebida, originalmente, con una sola plaza. Se trata precisamente de la plaza de la Independencia, ubicada enfrente del Palacio Municipal.
Tiene un diseño donde predomina el verde y como monumentos se destaca el realizado en honor a Bernardino Rivadavia, quien es considerado el primer presidente de lo que por entonces eran las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Fue el intendente Parajón Ortiz, quien tenía una admiración especial por el controvertido Rivadavia. Llegó incluso a proponer, en un discurso pronunciado delante del gobernador de la provincia, que se cambiara el nombre de Villa María por el de Ciudad Rivadavia.
Por suerte la iniciativa no prosperó, pero quedó la impronta que dejó el mandatario.
Una de esas huellas fue la escultura que puede verse en la plaza, diseñada por dos artistas de renombre. Se trata de Pablo Tosto y Antonio Gargiulo, quienes eran profesores de la Academia de Bellas Artes de Buenos Aires.