El lugar donde funcionó el centro clandestino de detención conocido como “Campo de la Ribera”, y que desde 2010 se utiliza como Espacio para la Memoria, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, fue señalizado ayer como sitio de memoria, para recordar que allí se ejerció el terrorismo de Estado.
Durante el acto, el jefe de Gabinete de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Agustín Di Toffino (foto), sostuvo que “llegar a esta señalización es reivindicar esa práctica militante de los compañeros de los sitios de memoria de Córdoba” para preservar espacios en los que “se traspasaron todos los límites de la condición humana”.
“Parece mentira ver dónde estamos parados hoy, cuando hace años atrás nos preguntábamos si sería posible abolir las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, si sería posible que cuando vayamos a Carlos Paz por la autopista mirábamos La Perla y que eso siga siendo un cuartel militar y nunca sea un museo”, analizó.
En ese marco, Di Toffino señaló que “tuvo que llegar ese año, el 2003, para que exista un punto de inflexión y hay que decirlo con todas las letras: esto es fruto de una lucha histórica” de los organismos, “pero hay que decir también que esto fue gracias a Néstor Kirchner, que se la jugó en poner en nuestra agenda pública toda nuestra demanda que estaba marginada”.
“Antes en ningún espacio público nos hacían lugar y pensábamos que íbamos a ser siempre marginales y parecía imposible llegar a este escenario, pero hemos llegado acá por la voluntad de Néstor y la fuerza de Cristina (Fernández) en este contexto tan complejo de la Argentina”, enfatizó.
Di Toffino añadió que “los grandes medios de comunicación van a poner el foco en el 8N, pero este es el 8N nuestro, luchando desde abajo, reconstruyendo la memoria”.
“Esta es la disputa que le estamos dando a ese grupo de poder, a esas corporaciones que quieren volver al pasado, porque muchos de los que van a ir hoy a manifestarse en la calle porque quieren volver al pasado y que los milicos estén en libertad”, afirmó.
“Quieren también que Campo de la Ribera no exista más, que La Perla no exista más y que vuelva el neoliberalismo a la Argentina y esa es la fuerte disputa que le estamos dando a los sectores que no quieren perder sus privilegios”, concluyó.
Del acto participaron Judith Said, coordinadora del Archivo Nacional de la Memoria; la titular de la Filial Córdoba de Abuelas de Plaza de Mayo, Sonia Torres, y el delegado de la AFSCA en Córdoba, Carlos Vicente.
Desde 1945
El “Campo de la Ribera” fue creado como prisión militar de encausados de Córdoba en 1945 y funcionó como tal hasta 1975, cuando la trasladan a la ciudad de La Calera, 18 kilómetros al noroeste de la capital provincial, y a partir de ese momento este lugar comenzó a funcionar como base operativa del “Comando Libertadores de América”, versión local de la Triple A.
Este comando, integrado por miembros del Ejército, la Policía, la Federal y civiles, instaló el terror a través del secuestro, previo al golpe de Estado del 24 de marzo del 76.
Como centro clandestino de detención, tortura y exterminio funcionó desde diciembre de 1975 hasta junio de 1978 y se calcula que por allí pasaron unas 4.000 personas y 100 permanecen desaparecidas.
A raíz de las denuncias en el exterior por violación a los derechos humanos, una comitiva de la Cruz Roja Internacional se presentó en el país, razón por la cual trasladaron nuevamente la cárcel militar desde La Calera al “Campo de la Ribera”, donde funcionó hasta 1986, cuando quedó abandonado.
En 1991 se iniciaron allí las actividades del por entonces Bachillerato Técnico Especializado en Construcciones y Técnicas Artesanales, en dos aulas cedidas por el escuela primaria “Canónigo Piñero”, ubicada en la cuadra de la ex prisión militar del “Campo de la Ribera”.
En 1992, se dispuso la apertura de dos espacios en lo que fuera el edificio central del centro clandestino para el funcionamiento del segundo año de la escuela secundaria.
Desde ese año hasta 2009, el colegio “Florencio Escardó” habitó este espacio de horror, hasta que el 24 de marzo de 2010, el “Campo de la Ribera” fue recuperado para el Espacio para la Memoria, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos.