Vecinos que adquirieron lotes en el barrio Aguaclara y que todavía no pueden escriturar, a la par de no contar con la obra de gas, volvieron a apuntar ayer hacia el empresario José María Salusso, quien desde su sociedad “Acción Urbana SA” les vendió los terrenos desde 2007 en adelante.
Gisel Morre, Juan Campodónico, Mariana Biga y Andrés Simonetta estuvieron en la Redacción de EL DIARIO para declarar su disconformidad con la ausencia de respuestas de parte del emprendedor inmobiliario y confirmaron que iniciarán acciones legales por incumplimiento de contrato y para que el juez proceda a brindarles la escrituración a los frentistas.
Como se sabe, a fines de octubre un nutrido grupo de residentes de este barrio semiprivado decidió romper el silencio tras años de espera al sentirse defraudado por Salusso y sus socios (Romina Pérez y Florian Dagliano), ya que pese a los múltiples reclamos, no se inició nunca la obra de gas, prometida en el contrato con un plazo de 24 meses y tampoco se pudo llegar a la escrituración. El empresario informó esta semana a EL DIARIO que el expediente que derivará en la posibilidad de escrituración está siguiendo su curso legal y aseguró que tiene el dinero para realizar la obra de gas, pero esto depende de que se sancione una ordenanza municipal que autorice la misma.
“Ya no le creemos nada. Estamos cansados de que nos tome el pelo. Por una cuestión de respeto queremos la verdad”, declaró ayer la abogada y representante legal del barrio Gisel Morre, una de las vecinas que compró un terreno y a la que no se le está cumpliendo con lo prometido.
Los entrevistados indicaron que cada vez que llaman a la inmobiliaria, reciben información variada, confusa y errónea y que nunca hubo respuesta oficial. “Siempre tiene una excusa y siempre deposita las responsabilidades en otro. Nunca en él”, advirtieron.
En cuanto al gas, precisaron que recién el 24 de julio de este año actualizó el anteproyecto de gas en Ecogas, por lo que “falta que se lo aprueben, que compre los materiales, que le paguen al ingeniero y que se sancione la ordenanza”.
Además, se preguntaron por qué entonces si Salusso tiene el dinero para hacer esa obra (como dijo esta semana a este diario), “nos ofreció darnos el salón Meet” para poder pagar la misma.
“Nos dijeron, también, que los materiales estaban comprados, pero pedimos las boletas y no las hemos visto”, añadieron.
En tanto, se preguntaron qué papel le corresponde a la Escribanía Lozita. “Mucha gente compró el terreno allí, ante su prestigio”, contaron.
Luego de la reunión de hace 10 días, publicada por este matutino, la arquitecta Norma Franchino, vinculada a la empresa inmobiliaria, se comunicó con Gisel Morre y se mostró “sorprendida por nuestra queja”, a la vez que le informó que “la sociedad no está dada de baja, pero yo fui a la AFIP y allí me informaron que sí”.
También expresaron su malestar por la gente que adquirió un lote y por no tener escrituración no puede obtener créditos para poder construir.
“Todos compramos de buena fe y pagamos en tiempo y forma. No estamos reclamando nada que no corresponda”, aclararon.