Comienza a aproximarse el verano y en la sociedad villamariense vuelve a renacer un temor que cada año preocupa a los vecinos con la llegada de las temperaturas más altas del año. Los alacranes, esos bichos que tanto atemorizan por las consecuencias que puede traer aparejada una picadura de los mismos, ahora preocupan a los habitantes de un sector del barrio Bello Horizonte. Allí enfrente de un terreno baldío en el que una gran cantidad de yuyos alcanzan una elevada altura, Selcio Bustos encontró un alacrán que despertó la preocupación de su familia y la de todos los ocupantes de la cuadra.
Hasta el lugar arribó un periodista de este matutino para que el propio Bustos cuente los problemas que está generando el terreno en cuestión: “En todo el frente de mi casa, tanto como en toda la cuadra, hay un sitio baldío. No quiero decir que el alacrán provenga de ese lugar, pero el sitio está todo lleno de yuyos que alcanzan la altura de una persona.
Personalmente he reclamado a la Municipalidad por la limpieza de ese sitio, vinieron varias veces a limpiarlo pero ahora hace desde marzo que no se hace ningún tipo de limpieza. Con las últimas lluvias el panorama empeoró considerablemente. Para graficar la situación basta con decir que antes desde mi casa se podían ver las casas del barrio 400 Viviendas, pero ahora con la altura que tienen los yuyos ya casi que ni puedo verlas”, indicó.
Además, señaló que “el lugar ya se transformó en un basural, han tirado de todo y no hay solamente alacranes, también se han encontrado víboras y lagartijas.
Este alacrán que yo encontré, que apareció en mi casa, es pequeño, pero como conversábamos con varios vecinos si hay pequeños puede haber grandes también.
La mayoría de las casas de esta cuadra tienen un pequeño jardín en la parte delantera, pero todos tratamos de mantener limpio el lugar”.
Para finalizar, y con un tono de evidente preocupación por la situación, expresó: “Gran parte de los pibes que van a la escuela atraviesan este sitio baldío, hoy (por ayer) tuve que decirle a los niños que no crucen por ahí, y por suerte me hicieron caso, pasaron por la calle.
Con esto quiero hacer un llamado de atención a toda la gente del barrio, porque pienso que los alacranes pueden andar por todo el barrio.
En mi caso personal tengo miedo porque a veces viene a jugar mi nietita y anda por todos lados, como todo niño, y tengo miedo que le pase algo a ella o a todos los pibes que hay en la cuadra”, concluyó.
Selcio Bustos aseguró que luego de dialogar con EL DIARIO llevaría a analizar el alacrán para determinar el grado de peligrosidad que tenía el arácnido por él mismo encontrado en su vivienda.