Eric Salurso y Leonardo López perdieron la vida en una tarde de amigos. Fue el miércoles 7, detrás del Anfiteatro Municipal de Villa María, en la zona del Club Náutico de Villa Nueva.
Un grupo se zambulló a las aguas para refrescarse en lo que significó una jornada agobiante y terminó de la peor manera: estos dos chicos veinteañeros (22 y 28, respectivamente) que habían llegado desde su Mar de Ajó para ganarse el pan en esta localidad cordobesa murieron en el Ctalamochita.
Uno trabajaba en el Café Rigoletto; el otro, en el hotel Le Parc. Eran compinches y compañeros. El destino quiso que sus vidas se apagaran al mismo tiempo, lejos de su ciudad natal.
Esta tragedia que enlutó a la zona debe llamarnos la atención a todos para que no se repita. Por eso EL DIARIO buscó ayer diversas opiniones.
•Miguel Sponer, bombero voluntario y funcionario municipal, estaba conmovido por el luctuoso suceso. Conocedor del tema desde hace más de 30 años, llamó a la población a ser sumamente prudente.
“Los ríos serranos tienen la característica de cambiar de curso, arrastrar árboles y demás. En nuestra ciudad hay playas muy buenas, como la del barrio Mariano Moreno o la del barrio Santa Ana y ahí uno puede disfrutar tranquilo, pero el Balneario es sólo para remojarse las piernas”, fue una de sus primeras apreciaciones.
“Si uno no es un experto nadador, no se puede estar ahí porque cuando no hacés pie, te ahogás. Hay que saber algo: nunca debemos meternos en lugares donde no hay visibilidad en el agua”, advirtió.
Además, remarcó los cuidados tras ingerir alimentos. “Lo dice la historia. Después de almorzar hay que evitar meterse al río ante el riesgo de calambres”, apuntó.
Sponer fue sumamente respetuoso del dolor de familiares y amigos de estos jóvenes y por eso eludió referirse a este accidente, pero en rasgos generales recalcó que “no es el río el que se lleva vidas, sino nuestra imprudencia”.
“Uno por su experiencia ve que lamentablemente el hombre suele dar ese paso de confianza creyendo que está en una pileta y no es así. Hay que tener mucha precaución. Tengo la tristeza de que Jorge Mulinetti, un hombre que ha conocido el río como nadie, murió en estas aguas. Y, sin embargo, uno ve que hay vecinos que se meten incluso de noche”, expresó amargado. “Hay que tenerle respeto al agua, incluso a las piletas y a cuando ingerimos bebidas o alimentos. No quiero que haya una tragedia en una quinta este verano”, dijo.
“El ser humano confía en demasía en lugares que no conoce. Para disfrutar el río son aptos los lugares habilitados. No se metan donde no conocen”, aconsejó.
Además, el integrante de Bomberos Voluntarios de Villa María recalcó que “no cualquier persona realiza un rescate acuático” y dijo que “nosotros mismos, que estamos preparados, no nos metemos corajudamente, tenemos salvavidas y recuerdo que Mulinetti siempre nos decía que teníamos que cuidarnos”.
Sobre el final, hizo un párrafo especial para recordar que los servidores públicos sufren al participar de operativos que terminan en desenlaces como el del miércoles. “Es terrible”, añadió.
•Adrián Bonetto es aspirante a ingresar al Cuerpo de Bomberos de Villa Nueva y le tocó vivir de cerca la tragedia de esta semana. “Más allá de los peligros propios del río, hay que tener en cuenta las limitaciones y cuidados que uno debe tener. Si uno comió algo, debe esperar para meterse al agua a nadar, puesto que el sistema digestivo necesita mucha sangre circulando para digerir los alimentos. Si encima le sumamos esfuerzo físico, existe un déficit que puede producir calambres”, explicó a EL DIARIO. Instó a no iniciar un nado prolongado o lejos de la orilla, “si nuestro estado físico no es el óptimo” y destacó que el río Ctalamochita “es muy cambiante”.
“La clave de la prevención es apelar siempre al sentido común: si en un lugar no hay nadie bañándose o no hay un bañero ni balneario, es porque el río no presenta las condiciones para ese uso, ya sea porque es muy profundo o muy torrentoso o hay ramas debajo de la superficie”.
“Tenemos un río sumamente disfrutable y puede haber guardavidas y bomberos, pero la prevención pasa por cada uno de nosotros”, afirmó.