Cerca de trescientas personas se acercaron el sábado último al Club Ameghino, para escuchar por primera vez en la Villa a Pier (foto), nombre nacido en honor a alguien que admiraban.
El espacio cedido al rock nacional empezó con los primeros acordes de Motor Blues, que con mucha fuerza presentó su último CD "Un sillazo en el lomo".
Con doce años en el cancionero rítmico, Pier ofreció un show de alta potencia, prolijo y afiatado. Largando cerca de la una de la madrugada con "Angeles del olvido" (tema de lo más parecido a los de Redondos de Ricota por la rítmica y por el timbre de voz de Ramiro Cerezo con el Indio Solari), para desandar las dos horas restantes tomando canciones de "La Codiciada"; "El Fuego Sagrado"; "Gladiadores del rock"; "Seguís latiendo", "Alucinado" y en mayor cuantía con su ultimo álbum: "Rock en Monsterland".
Sin duda alguna "No te resistas" y "Sacrificio y rock and roll" formaron parte de la grilla musical, en un show que terminó para esperar ansiosamente a Fidel Nadal, quien estará en el mismo salón el viernes 8 de agosto.