En mayo de 2010, buena parte de la sociedad villamariense definió a través de una votación (se ubicaron urnas en comercios e instituciones) que la escuela que se erige en el barrio “400 Viviendas” San Martín debía llamarse “Padre Hugo Salvato”.
Por amplio margen, los vecinos de la ciudad rindieron su homenaje al inolvidable sacerdote dueño de una trayectoria pródiga en realizaciones y logros para los más necesitados.
Luego de un extenso pasaje por los trámites ministeriales de rigor, llegó ahora el momento de que la institución sea oficialmente reconocida con el nombre del insigne religioso.
El próximo viernes a partir de las 19, la sede escolar que se yergue en avenida Perazollo y Tucumán será escenario del acto de imposición del nombre elegido por la comunidad local y aprobado por el Ministerio de Educación provincial.
“Cuatro años después de su fallecimiento, Villa María lo eligió para que el colegio le rinda memoria para siempre, como un agradecimiento a su noble y generosa labor”, expresaron los organizadores de la compulsa que también tuvo como candidatos a los nombres de general San Martín y Edith Vera (así se denomina actualmente el Nivel Inicial).
Según pudo conocer este medio, el programa del acto prevé la lectura del acta de nombramiento del centro educativo y las palabras del conocido historiador Rubén Rüedi.
También hará uso de la palabra, la directora Silvia Beltramo y se espera el mensaje de autoridades provinciales que asistirían al evento.
Por último, se descubrirá una placa recordatoria alusiva al evento que se concreta.
“La mejor educación es el contacto directo con la realidad. Los niños de escolaridad primaria deberían conocer la provincia, los secundarios el país y los universitarios el mundo, de esta manera se acortarían las distancias entre los hombres y otra sería la humanidad”, se recuerda que expresó en alguna oportunidad el padre Hugo, hoy recordado en una institución que como él, fue y es un referente para los habitantes de la ciudad y región.