Tal como lo aseguró aquel 12 de junio de 2007, cuando dio por terminado su primer ciclo en la institución con la frase “algún día voy a volver”, Héctor Arzubialde cumplió ayer por la mañana con aquel presagio y a las 9 de la mañana (en la oficina del Ente Turismo, Deporte y Recreación de la Municipalidad de Villa María) fue presentado oficialmente como nuevo entrenador de Alumni.
Un club en el que su nombre, con tintes de sueño, sonó fuerte cada vez que un entrenador abandonó el cargo, pero que pudo cumplirse recién pasados algo más de cinco años de aquella partida que se produjo por diferencias con la Comisión Directiva que por ese entonces comandaba la entidad.
Llegando al lugar acompañado por su hermano Alberto y por Gustavo Miranda, con una sonrisa marcada, Héctor ingresó al lugar para saludar a todos los presentes. Se sentó a la derecha de Eduardo Accastello, quien con sus gestiones fue determinante para que se vuelva a escribir un nuevo episodio de romance entre el club y el entrenador. Y luego de las palabras de bienvenida expuestas por el intendente, comenzó a relatar los motivos por los que se animó a emprender su retorno.
“Para mí no fue una decisión fácil la de venir en este momento a Alumni. Quizás a veces los objetivos personales pasan por otro lado y quizás me puse a analizar algunas cosas más de la cuenta y me he dejado llevar un poco por el corazón para elegir la opción de volver a Alumni”.
“Siempre dije que algún día iba a volver. Hace ya cinco años y medio que me fui de Alumni, pero siempre estuve pendiente de lo que pasaba aquí, siempre estuve sufriendo con lo que pasaba y alegrándome del final feliz que tuvo esta historia permanentemente, más allá del sufrimiento por el que han pasado los hinchas, pero sobre todo dirigentes, los jugadores y la familia de los jugadores para sobrellevar momentos complicados”.
Un desafío personal
Además, sobre este nuevo proceso al frente del plantel superior que está afrontando el Torneo Argentino A, expresó: “Es un desafío personal el poder crecer nuevamente con Alumni, pero no lo es solamente para mí y para los jugadores, porque sino es muy fácil. El desafío también es de los demás, yo sólo no voy a poder solucionar las cuestiones de fondo, que seguramente no serán solamente futbolísticas, entonces por eso creo que es un desafío para toda la sociedad de Villa María”.
A lo que, añadió, “tenemos que valorar el lugar en el que estamos y no podemos dilapidar todo lo que se ha hecho, no podemos dejar caer esto”, en referencia a la participación del equipo en la tercera categoría del fútbol argentino.
Al respecto de lo que espera para poder trabajar normalmente señaló: “Yo quiero tranquilidad para los jugadores, para que solamente debamos pensar en entrenar y en ganar el domingo y que esa tranquilidad se traslade en resultados y la rueda de Alumni comience a girar nuevamente por caminos positivos y que dejemos de lado algunas mezquindades, celos o situaciones que pueden haber hecho que Alumni no creciera lo que debió crecer en este tiempo”.
“Hoy para mí Alumni de Villa María es un nuevo motivo para volver a pensar en grande. Vuelvo a pensar en cosas grandes, en objetivos importantes con Alumni. Para eso hay que trabajar día a día”, remarcó.
En cuanto a la conformación del cuerpo técnico que trabajará junto a él, reveló que todavía no está definido. “Tengo que terminar de definir mi cuerpo técnico, debo definir un nuevo ayudante. Cuando vine a Alumni por primera vez me apoyé mucho en Carlos Bonaveri, quien me ayudó mucho y me puso al tanto de un montón de situaciones. Le hice caso y me guió en mi inicio en Alumni. Fue muy leal y muy importante, con un perfil totalmente bajo. Por lo que, no me olvido de lo que hizo”, confesó.
Refiriéndose ya a la realidad estrictamente futbolística de Alumni, pensando en lo que se viene, Arzubialde apuntó varias cuestiones: “Es algo bastante insólito no ganar nunca de local y no perder nunca de visitante” por lo que detalló, con un tono de humor, que “encima ahora nos toca ir de visitantes, por lo que tenemos la presión de que no podemos perder, sino vamos a ser los que perdimos de visitantes”.
“Tendremos que encontrar funcionamiento, no sé qué le faltará, pero este es un grupo de buenos jugadores. Me han hablado muy bien de ellos como personas”, reconoció.
“Esperamos volver a sumar de visitante y la próxima fecha romper ese maleficio de local, algo vamos a inventar, pero tenemos que volver a ganar de local. Hace falta corazón caliente, inteligencia, fútbol, fortuna, pero cuando pasan tantos partidos que no se gana de local no se trata de fortuna, hay un problema. La buena suerte no viene sola, hay que ir a buscarla”, remarcó.
“Quiero tener a todos”
Finalmente y aunque tocó muchísimos temas durante aproximadamente una hora, Arzubialde fue tajante al afirmar: “Quiero que se quede todo el plantel” e informó que Maximiliano Ortiz, quien fue separado del plantel tras una discusión con un integrante del cuerpo técnico anterior, “va a volver a entrenar y será tenido en cuenta”.
Y, además, argumentó: “Nosotros en ese sentido somos gente que evalúa. En este momento todos empezamos un período de evaluación. La gente evaluará nuestro trabajo, nosotros evaluaremos el trabajo diario de los jugadores y después si se tiene que tomar alguna decisión los primeros que lo sabrán serán los jugadores”.
“Nosotros en este momento lo que tenemos que hacer es transmitirle tranquilidad a estos jugadores, que son los que nos van a sacar de este momento. Yo confío plenamente en todo este plantel, tenemos un mes para trabajar y después si tenemos que tomar alguna decisión, lo haremos. Antes no podemos hablar de eso si no tenemos un conocimiento de este plantel”, concluyó.
