El gobernador José Manuel de la Sota aprovechó la tribuna en la inauguración de la sede del SEP en Oliva y descargó una artillería de reclamos, primero desde el palco y luego con un periodista de EL DIARIO.
“Hay que escuchar. Lo grave es cuando no se escucha. Yo soy un hombre de convicciones, firmes, pero (a diferencia de) los fanáticos reaccionan mal, con insultos. La Patria, nuestra Argentina recuperar la humildad. Cuando no se escucha, no se podrá aprender que hasta el más humilde puede aportar. La protesta surge cuando no se escucha al otro”, fue parte de las primeras frases que utilizó para referirse al cruce que mantuvo en la tarde del miércoles en la Planta Renault de Santa Isabel, con la ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi (que se retiró, silbada por los trabajadores nucleados en SMATA Córdoba).
“Hace unos días estuve con el ex presidente de Brasil, Lula, quien ha sido creo el mejor presidente de Sudamérica e hizo una revolución en paz. El dice que ‘un presidente no tiene por qué saber de todo, sino saber escuchar’. Yo aspiro a seguir teniendo mejor diálogo.
“Ayer (por el miércoles) yo con todo respeto pedí diálogo... No importa la batería de mentiras que me respondieron hoy funcionarios del Gobierno nacional por los medios, voy a seguir pidiendo hablar. Quiero que Córdoba sea respetada”, redondeó.
Consultado sobre cuánto cree perdurará esta disputa, marcó: “Yo no me voy a poner a contestar porque si no entro en el barro, y yo estoy acostumbrado a dialogar en serio. Dicen todo eso porque no quieren decir que nos tienen que pagar y no nos pagan”. “Hoy largaron todas las baterías para agredirnos. Yo quiero reunirme con la presidenta, para que me diga cómo nos van a pagar lo que nos deben”, insistió. Y retomó: “Pareciera que (durará) para siempre, parece que este gobierno ha sacado a Córdoba del mapa de la Argentina”.
“La crispación está en todo el país. Hay un cansancio moral, la gente está cansada del maltrato, cansada de un gobierno que trata a los adversarios como enemigos, cansada de ver a un Gobierno que discrimina a los que tenemos la osadía de defender nuestros derechos. Abusa de su poder: el 75% de la coparticipación queda en manos del Gobierno nacional, nunca vi un centralismo tan feroz como este”, consideró.
Y puntualizó que “la inflación es el principal problema que tenemos los argentinos, y el Gobierno la niega. Un gobierno que niega la realidad se aísla, entonces agrede y cuando uno trata de ayudar no se deja. Yo quiero que a la presidenta le vaya bien, porque así nos va bien a todos. Pero creo que está muy mal rodeada, de todos los aplaudidores oficiales, de todos los que han salido hoy a insultarnos...”.
Pero negó haber iniciado el camino como precandidato presidencial: “Yo no he iniciado ningún camino, es la excusa que buscan no decir que nos deben, más de 2.300 millones de pesos ya, lo saben, y sin embargo lo niegan”.
“La Justicia nos va a dar la razón”, explicó: “Lo lamento, pero si usted va durante ocho meses a un gobierno que dice ser de puertas abiertas, no lo atiende nadie, lo maltratan. Vamos con paciencia y nada. Tuve que ir a la Justicia porque no nos dejaron otro camino, hasta me lo pidió la oposición. No hay peor sordo que el que no quiere oír”, remató.