Luto de Bandita, silencio de trompeta...
Ha muerto aquel hombre que ocupaba con su instrumento el centro de la tribuna de cemento de Plaza Ocampo...
Y ha dejado vacía una época...
No era el líder, era el personaje...
Se llamaba Cipriano Víctor Cortez y tenía 81 años...
Siente su muerte Alumni y la sienten sus amigos de redoblantes...
Era el Pato, para la popular y para la platea...
Era el Pato de la trompeta...
Era un Quijote feliz con un vino y un trozo de pan...
De lejos, por calle San Juan, se escuchaba la música que marcaba la boca del Pato Cortez, acompañada por los tambores...
Es que llegaba la Bandita y su lugar estaba reservado...
Tocaba y tocaba los 90 minutos que duraba el partido... Tal vez ni lo veía...
Su cuerpo fue sepultado ayer en el cementerio La Piedad y en el vuelo de los pájaros se oía una música de domingo... una música de fútbol...
Hay luto de Bandita y hay silencio de trompeta...
Hay un espacio vacío que él mismo había dejado hacía cinco años por pedido de su cuerpo frágil...
Pero el miércoles a la noche durmió sus ojos para siempre...
Y su trompeta quedó custodiada por los recuerdos...
Ha muerto parte de la historia de Alumni y del fútbol...
Ha muerto el Pato Cortez y empiezan a caminar alrededor de su adiós miles de anécdotas...
Raúl José