La imagen se repite cada fin de semana: niños, jóvenes, adultos y viejos rodeados de naturaleza en relajado paseo. Su andar va en búsqueda de la gran diversidad de animales que pueblan el escenario. Y es que ellos, los “bichos”, son los que dan razón de ser al Parque Ecológico Urbano de Río Cuarto. Un espacio protegido cuyo principal objetivo es la rehabilitación de ejemplares víctimas de tenencia, caza o tráfico ilegal. Cerquita del centro del “Imperio del Sur”, abre sus puertas todos los sábados, domingos y feriados, jornadas que conceden momentos ideales para empatizar con el reino animal.
Inaugurado en 1996, el parque de 14 hectáreas tiene en realidad un abanico de funciones.
Además de recibir, cuidar y curar especímenes antes de devolverlos a su hábitat natural, los trabajadores del lugar se encargan de criar ejemplares autóctonos en peligro de extinción, educar al público en materias referentes al cuidado de la fauna y del medio ambiente en general, proponer ideas y proyectos en esa línea a los gobiernos local, provincial y nacional y, cómo no, brindar a la ciudadanía una agradable área de recreación.
Así, arropado por aquellos ideales ecologistas, el visitante se dispone a recorrer los senderos del complejo.
En el camino, descubre una riqueza vital e insospechada, corporizada en una variedad de mamíferos, aves, anfibios y reptiles más que llamativa. La lista incluye casi medio centenar de especies (cada tipo cuenta con carteles que brindan información sobre los mismos), entre los que destacan pumas, monos carayás, ciervos, ñandúes, llamas, pavos reales, zorros, jabalíes y osos hormigueros, todos ellos ubicados en cerramientos adaptados a su hábitat.
Una segunda lista, la de aquellos animales que se hallan fuera de jaulas, incluye patos, gansos, jotes, carpinchos, conejos, tortugas acuáticas y ranas verdes, entre otros.
Cabe destacar que, a diferencia de un zoológico, el Parque Ecológico Urbano no compra ni vende animales. En línea con esa filosofía, los veterinarios y más de 20 guardaparques que trabajan en el lugar, lo hacen ad honórem.
Otras actividades
Además del área verde (que incluye el sector de los cerramientos), el predio cuenta con un lago, fuente de agua, área de juegos y cantina. La parte “técnica” está compuesta de una veterinaria y un área restringida de cuarentena. El cuadro entero convive a la perfección con la doble idea recreación- conciencia ecológica.
Por otro lado, dentro del complejo se realizan distintas actividades a lo largo del año. Destacan las charlas y talleres educativos, las visitas guiadas y excursiones programadas para escuelas e instituciones de todo tipo y el curso de “Pequeños Guardaparques”, dirigido a niños de entre 8 y 12 años.
Todo a la vista de ellos, los animales. Los verdaderos artífices de este emprendimiento ejemplar.
Datos útiles
Dónde: Río Cuarto
Cuándo: sábados, domingos y feriados (de 15 a 19 horas)
Cuánto: $10 (menores de 13 años, gratis)
Cómo: informes al (0358) 4671393/2510
Otras notas de la seccion El Diario Viajero
Una alternativa a Puerto Madryn
Lo árido y lo verde haciendo magia
Mortadela estaba el mar
La gran maravilla de Oceanía
Ver, sentir y admirar
|