Vertiginoso, cambiante, con angustia al inicio pero mucha alegría al final. Así, de esa manera se dio la clasificación de Rivadavia de Arroyo Cabral a cuartos de final de la Liga Villamariense de Fútbol.
Fue por 3 a 2 ante Universitario, nada más ni nada menos, en un cotejo que entregó goles y mucho más. Todo, en una tarde en donde los resultados propios y ajenos cambiaban constantemente el destino del conjunto cabralense, que se terminó llevando el pozo mayor, producto de su audacia ofensiva y su propuesta futbolística.
La primera etapa fue realmente muy entretenida, con cambios en el resultado. Los locales sacaron diferencia de dos, pero con una gran remontada, los visitantes lo empataron.
Fue muy efectivo el comienzo de Universitario, muy picante el inicio de Matías Barbuio, porque en el primer cuarto de hora, y con sólo dos ataques, los dirigidos por Joselito Bernadó ganaban 2 a 0.
A los 3’, Barbuio se hizo cargo de un tiro libre, por infracción de José Berterame sobre el mencionado delantero, que terminó “colándose” de manera perfecta, pegado al palo de la barrera, para que el conjunto de la casa de altos estudios se ponga 1 a 0.
Rivadavia intentó reaccionar rápidamente, pero nuevamente apareció en la película un tal Barbuio. Esta vez, para ganarle a la defensa del “Verde” y definir al gol tras quedar mano a mano con Berardo, decretando el 2 a 0.
En ese comienzo nada le salió a Rivadavia, por contrapartida, cada vez que se equivocó lo pagó muy caro.
Aunque, lentamente el visitante empezó a mostrar una leve mejoría con la pelota. Se instaló en campo contrario y con ella, construyó una buena remontada en la primera etapa.
Y a pesar de que Barbuio pudo haber convertido el tercero, cuando el pecho de Berardo le dijo no, el conjunto de Arroyo Cabral comenzó a merecer algo más en el partido.
Producto de esa mejoría marcada que manifestaba Rivadavia, fue que llegó al descuento. Iban 25’, Santiago Domínguez habilitó a Gustavo Cerutti, quien remató contra el portero local, pero en el rebote apareció Nicolás Domínguez para empujar el balón al gol y colocar el 1-2.
Estaba claro que era otro partido, no el del comienzo en donde mandaba Universitario. Por el contrario, la media cancha del local prácticamente no entraba en juego ni tampoco aportó en la marca. Entonces, cada vez que los cabralenses tomaron la pelota, se acercaron con peligro al arco de Ballatore, con Franco Gozzerino como uno de los abanderados.
Y fue a los 37’, cuando Rivadavia llegó al empate. La jugada comenzó gracias a un pelotazo largo de Doñabeitía, el mismo fue receptado por “Nico” Domínguez, quien comenzó una gran corrida al arco rival, para definir al gol y decretar el 2 a 2, con el que terminó la primera etapa.
Pero el complemento, se daría con la misma intensidad que el primer tiempo. Y las emociones no demoraron en aparecer. Porque al minuto de juego Rodrigo Liendo lo perdió para la “Uni”, luego de eludir a Berardo y rematar desviado.
La siguiente, fue para el visitante. Centro de Lucas Giménez, para el cabezazo desviado de Gustavo Cerutti.
Todo eso en cinco minutos, en donde los dos podrían haber festejado, pero fallaron en el último toque. Pero quien no erró dentro del área fue la figura que tuvo la tarde de Plaza Ocampo, Nicolás Domínguez.
Porque a los 7’, Domínguez recibió de Gozzerino y definió de primera, contra el palo izquierdo de Ballatore, para el 3 a 2 de Rivadavia.
Ese tanto le dio la posibilidad a conjunto de Arroyo Cabral, de arrebatarle la segunda posición de la zona justamente a la U. Por ese motivo, el visitante defendió con uñas y dientes la mínima ventaja hasta el final.
El cotejo tuvo un desenlace con Universitario jugándosela con Diego Marín en cancha, apostando al tridente ofensivo, a pesar de que los de Bernadó estaban con un jugador menos, por la correcta roja a Martín Truglio.
El “Verde” se la jugó de contra, intentando aprovechar los espacios que dejaba su rival, con la velocidad de los hermanos Domínguez, más la potencia de Cerutti.
Una media vuelta de Liendo, que Berardo sacó de manera espectacular, y un gol anulado a Marín, por fuera de juego dudoso, fueron las más claras del conjunto villamariense, que también sufrió los embates de los dirigidos por Santoni cerca del final.
Ese desenlace que terminó decretando la preocupación de Universitario, porque vio cómo le arrebataron la segunda posición del grupo. Y en la vereda de en frente, el “Verde” lo vivió de una manera especial, ya que pasó en sólo 90 minutos de la eliminación a la clasificación. Una clasificación que meses atrás parecía muy lejana. Reaccionó y lo logró. Rivadavia lo hizo.
La figura
Nicolás Domínguez: estuvo implacable a la hora de la definición. El delantero convirtió los tres goles de Rivadavia y fue un permanente dolor de cabeza para toda la defensa del local.
El árbitro
Sandro Viera tuvo un correcto arbitraje. Controló sin inconvenientes un partido caliente y muy disputado. Bien con las amarillas y la roja a Truglio. Quedaron dudas en el gol anulado a Marín, por fuera de juego, a instancias del juez de línea Mauricio Mercol.