Para todo existe un tiempo y una oportunidad. Eduardo Accastello está convencido de eso y no dudó nuevamente, tal como anticipamos hace tres largos meses en esta columna, en ponerse las zapatillas y hacer camino al andar con la mira posada en el Centro Cívico de la capital cordobesa.
El intendente villamariense, que soñó desde su juventud con avanzar en el complicado territorio de la política, hoy tiene claro que debe apostar todas sus fichas a la candidatura a gobernador. Ya no más disputas por la Intendencia. Considera que es hora de abandonar el pago para llevar su impronta a la provincia.
Y en el Día del Militante, recordando el regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina tras 18 años de exilio, Eduardo Luis le habló a su gente con mucha pasión (según contaron algunos de sus allegados).
La cita fue el sábado en el Centro Vecinal de barrio Bello Horizonte.
Unas 400 personas se juntaron en el lugar para escuchar a su principal referente. “Me puse las zapatillas, el que me quiera seguir que me siga”, aseguran que dijo mientras los chorizos se doraban en la parrilla.
Efectivamente, con zapatillas (el calzado elegido para caminar el territorio cordobés), jean y una remera con la imagen de Evita, Eduardo recordó los sueños de juventud y reafirmó con todas las letras su deseo de ser gobernador.
Siempre desde el peronismo y sin participar de nuevas estructuras.
En el mensaje dejado a sus colaboradores y simpatizantes, recuperó esos sueños que empezaron a ganar la calle hace 25 años y se fueron concretando.
Primero una banca, luego el Sillón de Viñas y ahora... la ilusión más grande, la que ya logró un hombre de Villa María: Amadeo Sabattini.
Es el momento, ¿será la oportunidad?
“Al andar se hace caminos y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se volverá a pisar...”.
La caminata ya comenzó. Está armando los equipos técnicos preparando un programa en diversas áreas y abrió el juego de un debate sobre la actualidad con la disertación en Córdoba del economista Darío Poncio.
No tiene pensado detenerse y no tuvo reparos a la hora de criticar a José Manuel de la Sota. “Se puede gobernar diferente”, señaló.
Habló del peronismo de puertas abiertas que “hoy no existe” y le pidió a todo su equipo trabajo, trabajo y trabajo.
Fue en base a pensar la política las 24 horas, a medir los tiempos y las circunstancias, a perseverar en sus fines que llegó a ocupar los cargos que figuran en su hoja de vida.
Todo hace suponer que empleará la misma estrategia en los próximos tiempos. Caminar por la vereda del centro y esperar que las señales de la sociedad le marquen el rumbo.
La apuesta ya está hecha.
El tiempo hablará.