Durante la jornada de ayer se hizo presente en la Redacción de EL DIARIO la mujer que, según expresó, fue aprehendida por efectivos policiales durante un procedimiento realizado a las 3.30 del domingo último en el límite de los barrios Carlos Pellegrini y Felipe Botta, en el que también fueron detenidas otras dos personas. 

En la oportunidad, entregó la siguiente nota con pedido de publicación en la que cuestiona y denuncia el accionar de la Policía: 

 

"Señor director:

Me dirijo a usted con el fin de hacer pública una denuncia contra la Policía de esta ciudad ya que el día domingo 18 del corriente me encontraba junto a mi marido caminando por la calle Ramiro Suárez.

De pronto, aparecieron unos patrulleros y los policías se bajaron de los móviles y empezaron a golpear a mi marido de manera brutal, con golpes de puño, patadas y con las armas, por todas partes del cuerpo, acusándolo de que había robado en bar Cemento, en la ruta pesada, siendo todo eso mentira.

También lo tomaron de su cabeza y lo golpearon en contra de la puerta, rompiendo así un vidrio, del cual luego culpan a mi marido de haberlo roto a propósito, cuando fueron ellos quienes, al dar su cabeza contra del mismo, lo rompieron.

En un momento, viendo yo como lo golpeaban intenté ayudarlo y ellos empezaron a golpearme, aún cuando les decía que no me pegaran porque estaba embarazada.

No les importó. Más aún, me decían que mi hijo no iba a nacer… Y se salieron con la suya porque, a raíz de esos golpes y el mal trago que estoy pasando perdí mi embarazo.

Mi esposo les pedía que le dejaran de pegar, que él no había hecho nada, y ellos le decían que no lo iban a dejar andar tranquilo por la calle porque él se tenía que podrir en la cárcel. También le dijeron que sabían bien que no había hecho nada, pero ellos le iban a inventar el robo y todo lo que le pusieron para dejarlo preso.

Yo reconozco que, tal vez, cuando éramos más jóvenes, cometimos errores que hemos pagado por cada uno de ellos, pero no por eso tenemos que ser condenados toda la vida.

Uno quiere empezar de nuevo, cambiar de vida, pero ellos mismos son los que te condenan y no te dejan vivir en paz.

Mi marido tenía su trabajo, el cual va a perder con todo este problema.

Pero esta es la Policía que tenemos supuestamente para que nos cuide. Digo supuestamente porque, en este caso, nosotros debemos cuidarnos de ellos.

Desde ya muchas gracias por dejarme hacer público esto que nos pasó hoy a nosotros, mañana a cualquiera de ustedes.”
 

Yanina del Valle Imberti      

DNI 34.686.220