Nacionalista y conservador, el country se opuso a inmiscuirse con el género rock.
Sin embargo, ambos modelos se fusionaron musicalmente durante la década del 70. Músicos como los de la Charlie Daniels Band recuperaron a los mitos del viejo y lejano oeste. En la región de Texas, los líderes más visibles del estilo country-rock se autodenominaron forajidos, para de esa manera poner distancia frente a sus colegas de Nashville, exponentes de un perfil más convencional en tal sentido. El country-rock ha nutrido a la historia de la música pop de una larga lista de compositores que, por otro lado, dejaron al mercado discográfico una generosa producción artística con un sinfín de canciones posicionadas en los sitios de privilegio.
Esta corriente musical se convirtió en una alternativa válida, contagiosa, divertida y dispuesta a retroalimentarse de sangre joven. El popular y corpulento Charlie Daniels (guitarrista y violinista) empezó a ser conocido cuando desde su natal Carolina del Norte se trasladó a Nashville durante 1967. Participó en principio como músico de sesión y asesorando a grandes y consagradas figuras del ambiente pop, tales como Pete Seeger, Bob Dylan y Ringo Starr.
En 1971 le ofrecen un contrato discográfico y es en ese momento cuando funda la Charlie Daniels Band, una sólida formación al estilo sureño que imprimió una compacta serie de álbumes, entre ellos, "Fire in the mountain" (Fuego en la montaña) y "Nightrider" (Jinete de la noche). En la formación, algunos de sus miembros podían renovarse, pero la inclaudicable dirección de Daniels era férrea y muy apegada al rock; una banda gustosa de recorrer miles y miles de kilómetros para concretar maratonianas giras y con una envidiable disciplina a la hora de componer.