“Los niños son alegres, curiosos, ocurrentes, afectuosos. Y hasta tienen ansiedad por aprender. Yo noto que demuestran gran interés por diversas actividades y les gusta el juego con contenido.”
Quien habla es Andrea Montero, la directora del Jardín Paula Albarracín, al dialogar con EL DIARIO tras el acto de celebración de las Bodas de Plata de este establecimiento educativo ubicado en calle Juárez Celman de barrio La Calera.
En la ceremonia hizo uso de la palabra una mamá, Lorena, y la inspectora técnica Alejandra Garrido.
Luego, el coro del Conservatorio Felipe Boero, dirigido por Rubén Terreno, cantó junto a los pequeños estudiantes del jardín.
A la institución concurren 27 niños y niñas de entre 3 y 5 años. Funciona en dos turnos y se alimentan aquí a través del PAICOR.
Nació en 1987 en las instalaciones de la Escuela Sarmiento y ya en 1992 consiguió edificio propio, con el nombre de Paula Albarracín.
La mayor parte de su matrícula está compuesta por chiquitos de barrios La Calera y Belgrano. Y se mantiene con el paso de los años.
En este 2012 en el que conmemoran los 25 años de su creación, han trabajado en diversos proyectos. Por ejemplo, visitaron el Funesil, pintaron murales en el frente del edificio de calle Juárez Celman junto a estudiantes de la Escuela de Bellas Artes y recibieron a una docente (junto a alumnos) del Conservatorio Felipe Boero quienes brindaron un taller musical.
También se trabaja mucho con la escuela primaria.
Montero, la directiva, le dijo a este matutino que se hace hincapié en el juego con contenido, “no es sólo jugar sino hacerlo aprendiendo”.
Afirmó que al alumnado le sigue interesando los juegos tradicionales como rondas, estar en la arena, en el patio y lo principal “jugar con el otro, compartir”.
En el abanico de actividades se cuenta el escuchar, por ejemplo, a María Elena Walsh, haciendo perdurar su magia y su talento en las nuevas generaciones. “Desde la escuela les mostramos cosas diferentes, como María Elena. El niño, ante todo, está ávido por aprender cosas”, señaló.
“Se inclinan por jugar, inventar, crear cuentos. Siento que de todo lo que se les presente van a encontrar siempre algo que les gustará. Y además perseguimos que sean niños críticos”, confió.
Por eso, por ejemplo, luego de que uno de los bajitos contara que hubo un accidente de tránsito en una escuela céntrica “hablamos sobre la problemática e hicimos foco en la importancia del uso del casco protector”.
En el día aniversario, cabe consignar que también estuvo en el establecimiento la inspectora Patricia Accastello.