Un albañil cordobés domiciliado en Villa Nueva y dos comerciantes, uno de ellos oriundo de Oliva y el otro de la capital provincial, fueron condenados ayer en sendos juicios abreviados que se llevaron a cabo en la Cámara del Crimen de Villa María.
En el primero de los procesos orales y públicos, Gonzalo Alejandro Montenegro fue declarado autor responsable de los delitos de “robo calificado por escalamiento”, “hurto en grado de tentativa”, “amenazas” y “violación de domicilio reiterado” (dos hechos) y se le impuso una sanción penal de tres años de prisión de cumplimiento efectivo.
Montenegro, un joven albañil nacido en la ciudad de Córdoba hace 23 años, pero domiciliado en Villa Nueva, confesó haber cometido los ilícitos que se le atribuían en distintos episodios registrados en marzo y diciembre de 2011 y a mediados de este año, todos en la vecina ciudad, y por lo que finalmente quedó detenido el 25 de julio pasado.
Como la condena impuesta permite la excarcelación una vez cumplidos ocho meses de prisión, el trabajador de la construcción estará en condiciones legales de obtener la “libertad condicional” a fines de marzo de 2013, previo informe carcelario y tras la oportuna evaluación que se realice en el Juzgado de Ejecución Penal.
Este primer juicio fue presidido por la camarista Silvia Saslavsky de Camandone y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez y del abogado villanovense Jorge Bustos, mientras que el secretario actuante fue Roberto Jue.
Segundo juicio
En tanto, durante las primeras horas de la tarde se sentaron en el banquillo de los acusados Rubén Darío Carreras, de 46 años, y Lucas David Figuera, de 30, quienes se encuentran detenidos desde mediados de octubre de 2011.
Carreras, alias “Vanesa”, es un comerciante oriundo de Oliva, quien llegó a juicio acusado como presunto autor de “facilitación a la prostitución de menores de 18 años en grado de tentativa” y “entorpecimiento al ejercicio de la función pública”, en este caso, de la Policía. Asimismo, estaba acusado de infringir los artículos 15 y 17 de la Ley de Profilaxis Social Nº 12.331, que legisla la actividad ilegal desarrollada en los prostíbulos.
Tras la confesión lisa y llana de los hechos, Carreras fue declarado culpable de los tres hechos y se le impuso una pena de tres años de prisión efectiva y una multa de 12.500 pesos por “administrar o regentear, ostensibles o encubiertamente, casas de tolerancia”.
Por el tiempo que ya lleva entre rejas, está en condiciones de solicitar el beneficio de la “condicional”.
Por su parte, Lucas Figuera admitió haber cometido hechos de “resistencia a la autoridad”, “lesiones leves calificadas” y “cohecho” (coima), por lo que se le aplicó una condena de un año de prisión efectiva, que debió unificarse con una pena de un mes en suspenso, dictada por la Cámara Novena del Crimen de la ciudad de Córdoba.
Así, recibió una sanción única de un año y un mes de cárcel, pero pese al tiempo que lleva detenido, no pudo recuperar la libertad porque tiene pendiente una causa que se tramita en el Juzgado Federal de Villa María por infracción a la “ley de drogas”.
Carreras y Figuera fueron apresados el 18 de octubre del año pasado, durante un procedimiento realizado por la Policía en un lupanar de la ciudad de Oliva.
Este segundo juicio fue presidido por el camarista René Gandarillas y del mismo participaron el fiscal Márquez y el secretario Jue, mientras que como defensores intervinieron el abogado olivense Gabriel Razuk (patrocinó a Carreras) y el cordobés Eduardo Tarasconi (Figuera).
LAS FOTOGRAFIAS:
1) El abogado Gabriel Razuk informa a su cliente, Rubén Carreras, los alcances del acuerdo con el fiscal
2) Gonzalo Montenegro escucha a su defensor, el letrado villanovense Jorge Bustos, momentos antes de dar comienzo el juicio en el que confesó una serie de delitos
cometidos en 2011 y 2012 en la vecina ciudad
3) Lucas Figuera conversa con su defensor, el abogado cordobés Eduardo Tarasconi, poco antes de comenzar la audiencia