Como si hubiese traído la gracia divina desde la Iglesia Jesuítica de Alta Gracia o simplemente la mística que lo acompaña en Villa María, Héctor Arzubialde logró en un partido lo que tanto soñaba Alumni en todo el campeonato: ganar en casa. Sin embargo, el propio “Arzu” entendió que la celebración de los jugadores era algo especial, por eso cuando terminó el partido, llamó uno por uno a sus dirigidos para festejar en el vestuario y reconocerles “el esfuerzo, porque pusieron todo”.
“Yo los vi contentos a los jugadores y, cuando esto pasa, yo también estoy muy contento”, afirmó el técnico después de la celebración íntima.
Después dejó el título de la noche: “Pasaron nueve meses para ganar de local; fue un parto”, sentenció. Y añadió: “Hoy nació la victoria y esperemos que nazcan muchas más de ahora en adelante”.
Fiel a su estilo, Arzubialde vivió el partido a full, sin detenerse un momento y con toda la adrenalina.
“El papel más importante lo debíamos cumplir hoy, no quedaba otra, por eso los jugadores dejaron todo y esta es la forma de salir adelante, peleando cada pelota como si fuese la última”, destacó.
Además, se mostró feliz porque “el equipo fue superior” y recalcó que “si bien en el primer tiempo no generamos situaciones como en el segundo, creo que el equipo tuvo la pelota e intentó siempre, algo que no es fácil ante un rival con muy buenos volantes, algunos que conozco muy bien”.
En ese sentido, el entrenador quiso resaltar siempre a sus futbolistas “porque jugaron con el corazón” y luego quiso compartir la victoria “con toda la gente que cree en nosotros”.
Por otra parte, como muestra de su grandeza como persona y profesional, Arzubialde no se olvidó de su antecesor José Manuel Vázquez: “Yo quiero compartir esto con el cuerpo técnico anterior porque no nos podemos atribuir algo que no nos corresponde en su totalidad, esta es la verdad”, expresó.
Por último, dejó un mensaje: “Lo que tenemos que dejar bien sentado que, en esta cancha, para llevarse algo los rivales tienen que transpirar y nosotros transpiramos más que ellos”.
Después, el DT viajó hasta Alta Gracia para estar con los suyos.
“Hace 15 días que no voy a casa, pero entiendo que, en estos momentos, Alumni me necesitaba más que mi familia”, manifestó.
El plantel volverá a trabajar mañana, pensando en el partido que afrontará ante Talleres, el próximo sábado.
