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Dutto comentó que la marcha irá de plaza Centenario hasta la Medioteca |
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¿Por qué nunca se enseñó el siku en las escuelas? ¿Por qué el único instrumento de viento que se conoce en la educación tradicional es la flauta dulce? La licenciada Coqui Dutto esboza una respuesta. “Se debe a que en nuestro país ha primado la educación occidental por sobre la que puede venir de los pueblos originarios. Acá prevaleció el concepto de lo individual por sobre lo colectivo. Y el siku es inconcebible sin la idea de comunidad. En Argentina, todavía estamos estudiando música con el método y el material Orff, que viene de Alemania. Eso no quiere decir que mañana haya que sacar las flautas. Las dos educaciones tienen valor. Pero es cierto que muchos maestros no usaban el siku porque no lo conocían, porque nunca nadie se los había presentado”.
Y de eso se trata, precisamente, el proyecto “Sonidos del viento: el siku en las escuelas”, de presentar este instrumento y pensarlo como posible de ser implementado en la clase de música de todos los niveles. Para tal caso se convocaron escuelas de Villa María, Marcos Juárez y Río Tercero, e inmediatamente se sumó la licenciada Paula Asís (UNVM) aportando la parte tecnológica a través de una plataforma móvil de la universidad.
“Se trata de una suerte de aula virtual o bitácora interactiva donde los profes van asentando sus experiencias con los alumnos -comenta Paula Asís- Y esto tiene que ver con la construcción colectiva del conocimiento, ya que todos los grupos pueden entrar y ver lo que está haciendo el otro, compartir fotos, charlas, videos, experiencias”.
Por su parte, Dutto subraya que “este proyecto une dos polos, el moderno y el ancestral. Por un lado, la revalorización de un instrumento propio y precolombino que dice mucho de nuestra cultura; y por el otro, una forma de comunicación súper moderna como es Internet y la plataforma móvil”.
s Más que un
instrumento
La inclusión del siku en la escuela, al decir de Dutto, “trasciende lo meramente musical; ya que trae aparejada una cosmovisión que plantea al hombre en relación con los demás. Y en esto el siku es ejemplar; ya que es inconcebible sin el sentido de comunidad. Mientras unos tocan el arka, otros tocan el ira para formar la melodía. Y todos van en grupo, construyendo la música. Consideramos que este principio es trasladable a lo que creemos debe ser la educación en el país”.
Al respecto, Paula agrega que “en la cultura andina la música es un derecho y todos tocan, seas músico o no. Es una concepción que nada tiene que ver con la del recital, donde tocan algunos y los demás escuchan. Se trata de hacer música colectiva en cada encuentro”.
En cuanto a la convocatoria del proyecto, Asís señala que “nos sorprendió y emocionó muchísimo el nivel de aceptación que tuvo. En la primera reunión informativa, participaron 230 docentes, de los cuales terminaron participando 200. Casi no hubo deserción. Eramos conscientes que presentábamos algo bastante ambicioso, ya que es mucho más ordenado decir saquen la flauta y toquen. Acá, los chicos traían el material para hacer los sikus y todos aprendían juntos. Hubo una forma de trabajo comunitaria muy importante”.
Dutto y Asís elaboraron un material didáctico para las escuelas junto a un video donde explicaban cómo se construía y soplaba un siku. Y entonces se sumaron las docentes Marisa Volpino (coordinó el área de plástica) y Nora Lazzuri (coordinó el área de música). El proyecto, cabe destacar, contó, para su implementación, con la aprobación absoluta del inspector de escuelas primarias de la zona Raúl Padilla.
El pasado jueves se realizó con gran éxito la primera sikureada en Río Tercero. Y mañana será el turno de Villa María. A las 10 de la mañana desde plaza Centenario saldrán más de mil personas en procesión rumbo a la Medioteca, soplando en las cañas el ancestral y necesario sonido del viento.
Iván Wielikosielek
-Especial UNVM-
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