Las denuncias laborales, en estos tres últimos años, se han venido manteniendo en un promedio de 80 reclamos por mes.
Así lo precisó José Ignacio Venencia, coordinador del Ministerio de Trabajo Delegación Villa María, en diálogo con EL DIARIO.
“Hay meses que tal vez haya un poco más y otros en los que haya un poco menos, pero hay un promedio de 80 denuncias mensuales”, indicó.
Este número incluye denuncias y reclamos en toda la jurisdicción que tiene la Delegación Villa María, que son las localidades del Departamento General San Martín.
“Yo hace tres años que estoy al frente de esta Delegación y durante este tiempo, ése es el promedio que se viene dando. No sé si las estadísticas tuvieron mucha variación antes”, señala Venencia.
“No me he puesto a analizar si 80 son muchas o pocas denuncias, depende del conglomerado que tomemos. De todas maneras creo que en todo el país se ha mantenido, no ha habido una ‘corrida de empleados’ ni tampoco tuvimos mayores inconvenientes con las empresas o las industrias, excepto casos puntuales”, agrega.
De esos 80 casos, entre un 60% y 70% se dan en Villa María y el resto en las demás localidades del área de jusrisdicción.
“Ese número de casos comprende denuncias y reclamo. La diferencia entre ambas es que los reclamos son más leves y más fáciles de acordar en cuanto a la gravedad del hecho. Una denuncia es cuando un trabajador no está registrado y trabaja en negro, en cambio, un reclamo es, por ejemplo, por una diferencia de haberes, porque el trabajador está mal encuadrado, o porque se le liquida mal el sueldo”, detalla.
Venencia sostiene que las denuncias son variadas, que pueden ser por despidos injustificados, por estar en negro, por diferencias de haberes, ya sea por mal liquidación de sueldos o por el no pago de horas extras.
También se denuncia la existencia de trabajadores que cobran media jornada cuando trabajan la jornada completa, es decir que le pagan media jornada en blanco y media jornada en negro, lo que a futuro influye en una modificación de los aportes e indemnizaciones.
Según el coordinador del Ministerio laboral, otro de los reclamos que se dan mucho es el de solicitar a la patronal la real fecha de ingreso del trabajador, que a veces se cambia y le hace perder antigüedad.
“Otra de las cuestiones es el tema del reencuadramiento, mucha gente viene a consultar si por la actividad que realiza percibe el sueldo correcto, porque a veces se les paga haberes de acuerdo a otro convenio colectivo de trabajo y suele haber diferencias en los montos”, afirma, a la vez que aclara que “el tema de los cambios de horarios y días de actividad va siempre de la mano de los sindicatos y ellos median para una mejor organización del horario con el fin de que no afecte el trabajador”.
Todos los rubros por igual
En cuanto a qué rubro registra una mayor cantidad de denuncias, Venencia asegura que es relativo, porque hay ramas de la actividad que tienen mayor cantidad de empleados que otras.
“Hay muchos más empleados de comercio que choferes de colectivos. No hay un rubro que se destaque porque es el que más denuncias recibe, todos reciben un promedio igual de reclamos, lo que varía es el número de trabajadores de cada actividad”, afirma.
“No hay una o dos ramas de actividades que encabecen los reclamos, vienen de todos: colectiveros, empleadas domésticas, empleados de comercio, de gastronomía, de hoteles, taxistas, etcétera, y los porcentajes los manejamos de acuerdo a la cantidad de personas que trabajan en cada rubro”, explica.
“Si hacemos un promedio general yo creo que están parejos en este momento, en otra etapa de la historia seguramente hubo más afectados en algunos sectores que en otros”, añadió.
“Lo que sí ha ido in crescendo son las consultas de las empleadas domésticas, porque ya han tomado conciencia de que tienen derechos adquiridos y remuneración establecida por convenio. Antes era un trabajo esporádico o se tomaba como un trabajador autónomo, ahora ya está conformada como una actividad laboral más y está en el rango de las demás actividades en cuanto a reclamos”, precisó Venencia.
“Lo que se destaca, en cuanto a mayor cantidad, son las consultas de los trabajadores de la construcción, porque a veces las obras se estancan por un tiempo debido a falta de fondos u otros factores, entonces en ese momento los trabajadores vienen a hacer el reclamo, pero es por una cuestión coyuntural”, asegura.
“Esos casos también se pueden dar con los trabajadores rurales cuando se termina la campaña o la cosecha, entonces se produce un mayor movimiento de consultas. Tiene que ver con motivos estacionales, no con que esa actividad sea la que más expulsa trabajadores”, dice el coordinador.
“De los demás rubros, todos reciben un promedio igual de reclamos”, reitera.
“Hay que ver cómo sigue la economía y la situación del país y la ciudad para saber si hay cierres de fábricas o comercios, por ahora el promedio anual se mantiene, no hemos tenido sobresaltos”, remarca.
Un menor porcentaje a juicio
Acerca de las denuncias que se resuelven en el Ministerio y las que llegan a la Justicia, especificó que en entre un 55% y un 60% de los reclamos se acuerda y el resto va por la vía del juicio.
“Si la denuncia es colectiva no va a influir en que el conflicto tenga una solución positiva, esto está relacionado con la voluntad del empleador de resolver el problema”, puntualiza Venencia, quien agrega que “hay muchas denuncias colectivas que terminaron en la Justicia, lo que sí se logra en estos casos es que haya más presión, pero no una mayor solución”.
“Un reclamo colectivo no tiene mayor efecto que un reclamo individual en la resolución del conflicto”, insiste.
“El gremio representa a los trabajadores y tiene sus abogados, pero el poder de policía lo tiene el Estado a través de la Ley 8.015 que lo faculta a actuar en los conflictos laborales. A veces si el trabajador es afiliado, va al gremio a asesorarse y hasta pueden hacer el reclamo, y luego el sindicato hace la presentación acá acompañando a los trabajadores, y hay otros que vienen directamente al Ministerio”, señala.
“En general, la respuesta de la patronal en Villa María en los casos de denuncias es buena, hay voluntad de arreglar, porque esta es una instancia previa, de descomprensión de la Justicia”, especifica, y añade: “Acá se hacen los acuerdos de conciliación, las partes negocian un acuerdo y no existe la imposición de un juez a través de una sentencia”.
“Nosotros resguardando y velando por el derecho del trabajador, tratamos de que se llegue a un acuerdo coherente donde las dos partes van a ceder, en cambio, si van a un juicio, se fijan honorarios además de lo que le tienen que pagar al trabajador”, aclara el funcionario.
Los conflictos más graves son elevados a Córdoba, a la Dirección de jurisdicción del interior, porque tiene la facultad de resolver a través de una resolución o dictamen sobre un conflicto entre las partes, por ejemplo, dictar una conciliación obligatoria.
“Nuestra Delegación no tiene rango de dirección y no puede hacerlo. Atendemos el conflicto, pero si es irreconciliable en Córdoba toman el caso, citan a las partes y la directora, o el secretario de Trabajo, o el ministro resuelven la cuestión”, precisa Venencia, quien detalla que “son muy pocos los casos que se derivan a Córdoba, en este último año no ha pasado”.
Más allá de las intervenciones que realiza el Ministerio de Trabajo por las denuncias, se hacen inspecciones de oficio de manera regular, que son, según Venencia, “una especie de control de policía laboral de rutina”.
“A veces se efectúan las inspecciones a pedido de los gremios, a veces se hacen por denuncias anónimas y otras veces se realizan por decisión de los jefes de área de la delegación. Se controla que se cumpla la ley laboral en todos sus términos”, dice el coordinador para concluir.
La delegación local del Ministerio atiende de 8 a 20 horas, en ese horario se receptan denuncias y se celebran audiencias.