La Asociación Civil Luchemos por la Vida entregó el "Premio Luchemos por la Vida 2012" a la Municipalidad de Leones, en reconocimiento por las acciones desarrolladas para aumentar la seguridad, concientización y educación vial, en especial con respecto al logro del uso generalizado del casco.
El intendente de Leones en uso de licencia y actual diputado nacional, Fabián Francioni, y la presidenta del Concejo Deliberante a cargo del Poder Ejecutivo local, Lorena Bussi, recibieron la distinción, ambos responsables y gestores de las políticas adoptadas en dicha ciudad del sudeste provincial.
Luchemos por la Vida es una Organización No Gubernamental (ONG) sin fines de lucro cuya misión es, en palabras de la propia entidad, "prevenir los accidentes de tránsito en nuestro país". Las aristas más conocida de esta Asociación son quizás los famosos y permanentes spots televisivos que resuenan en los oídos acerca del uso del cinturón, con frases cotidianas y corrientes como el "en la ciudad para qué, me arruga la ropa, atrás no hace falta".
Sin embargo, ese aspecto constituye sólo la punta de un gran iceberg. Sus voluntarios, que son el corazón de la entidad, se abocan de manera constante a elaborar proyectos legislativos tendientes a incrementar la seguridad en el tránsito, llevan a cabo tareas de investigación y estudios, trabajan con estadísticas, publican material periodístico (poseen una revista cuatrimestral propia), realizan campañas en establecimientos educativos, jornadas y cursos de capacitación y concientizan al ciudadano, primordialmente a través de los medios masivos de comunicación.
Además, desde 1996 ininterrumpidamente la Asociación organiza cada año una ceremonia donde se entrega a modo de reconocimiento y estímulo una simbólica estatuilla a distintas empresas, personalidades u organismos que se destacan desde diferentes ámbitos y ocupaciones por sumarse a la tarea preventiva y a crear una conciencia pública sobre el tema.
En esta edición 2012 la Municipalidad de Leones fue elegida y premiada como ejemplo a seguir en materia de seguridad vial. El galardón es producto de una serie de medidas que fueron implementadas por el Gobierno local a partir de 2008.
Dicho año se consagró como bisagra en la historia vial local y se emprendió un cambio radical pero paulatino que implicó un aumento en la edad de los menores para conducir motocicletas, la incorporación de un examen teórico y práctico para obtener la licencia de conducir, acompañadas de restricciones en la venta de bebidas alcohólicas, controles de alcoholemia, límites en los horario de cierre de locales bailables y, a partir de abril de 2008, se impuso la obligatoriedad del uso del casco protector.
Sin lugar a dudas, esta última medida generó un profundo rechazo inicial en la población, que por ese entonces por vergüenza y cuestiones de apariencia prefería desapoderarse de sus motos y movilizarse en bicicletas. Las mismas quinceañeras que durante años habían elegido este medio de transporte como obsequio se inclinaron por otras opciones. El cambio cultural que significó relegar "estética" por "vida" consumió días y esfuerzo por parte del municipio. Con el tiempo, los habitantes se adaptaron a su empleo y hoy sobreabundan los jóvenes que aventuran con sus motocicletas en la Capital Nacional del Trigo.
El proceso conllevó un sinnúmero de infracciones, sanciones y secuestros de motos. Pero, a modo de balance, en virtud de la decisión política de no relegar a letra muerta el decreto que obligó el empleo del casco, Leones hoy se erige como "ciudad modelo", indicaron. Y explicaron que si bien "los accidentes de tránsito lógicamente subsisten e involucran motocicletas, pero desde su obligatoriedad se erradicaron los casos de víctimas fatales".