Con sólo ocho vecinos se llevó a cabo ayer la Audiencia Pública para hacer consultas vinculadas al proyecto de Presupuesto y Tarifaria 2013 que está en manos de los concejales para su estudio.

La mayor parte de ellos pertenece a las filas del Centro Comercial, Industrial, de Producción y de Servicios. Se conoció que el 1% de lo que se recaude en conceptos de Tasa de Comercio e Industria será transferido por el municipio a esa entidad comercial, para que la misma realice obras. “Desde el centro nos ayudarán a que la gente se inscriba”, consideró la secretaria de Finanzas, Sandra Bossa, quien acudió al recinto para despejar dudas.

La funcionaria hizo hincapié en que se realizó una rezonificación de la ciudad buscando mayor equidad tributaria. Y explicó que, tal como lo adelantó EL DIARIO, la nueva modalidad de cobro estará vinculada a la valuación fiscal, como realiza la Provincia con Rentas. “Se tomó sobre los terrenos, pero en 2014 ya será en base a la construcción”, afirmó Bossa.

Además, entre las novedades para 2013 figuran que se trabajará con alícuotas y con mínimos, en consonancia con la mayoría de los municipios.

Hasta la actualidad se paga en base a los metros lineales de frente. Según la secretaria, “quien vivía en un lugar que era un triángulo o tenía frente y atrás para pagar, abonaba montos muy altos”. 

En cuanto al Presupuesto y al manejo de fondos del municipio, la funcionaria remarcó que el dinero que llegó de la Nación sólo se utilizó para obras “y no para pagar sueldos como han hecho otras ciudades”. Así, desde su visión, la ciudad ha tenido un fuerte progreso de la mano de, por ejemplo, el pavimento.

“Hace cinco meses que no recibimos ni subsidios de la Nación ni de la Provincia para pagar sueldos, que se concretan con fondos genuinos, gracias a los contribuyentes”, valoró. Advirtió que todo cuesta mucho dinero, como por caso los vehículos que “al ser viejos cuando se rompen sus arreglos son muy costosos”.

Sus declaraciones motivaron idas y vueltas con la edil del Frente Cívico, Magalí Castro, quien consideró que Bossa daba una mirada de bonanza sobre la gestión, cuestionó la venta de vehículos (en referencia a la barredora) y la tercerización de servicios. Hubo contrapuntos por estas manifestaciones.

Nuevamente se puso en tela de juicio la inclusión del Programa de Fortalecimientos Municipal de la Universidad Nacional de Villa María. El oficialismo lo defendió a rajatabla, las minorías lo cuestionaron.

María Ester Montoya, vecina presente y afiliada radical, advirtió que la función que cumple la casa de altos estudios con ese programa le corresponde al Ejecutivo y que para eso ha sido votado.

Magalí Castro se lamentó que se destine sólo el 1,5% del total del Presupuesto a lo que es salud y también se interrogó cuánto se dispondrá para Cultura. Bossa respondió que el trabajo en salud y desarrollo social se ha hecho siempre y que nunca se dejó de brindar servicios de éstas áreas por falta de dinero.

En tanto, Franco Gazzoli, periodista que reside en barrio Golf, describió su amargura por no poder contar con servicios básicos. El oficialismo buscó justificarse en que el loteo de ese sector data de 1973 y que para ese entonces no había exigencias, además de que hay muy pocos frentistas habitando allí, lo que lo llevó al secretario de Gobierno, Natalio Graglia (también presente en la audiencia) a decir que si consigue una obra se analiza el impacto comunitario, “por lo que se haría en un lugar que beneficie a más personas”. La edil Castro apoyó el reclamo de Gazzoli y sostuvo que el Gobierno tiene que dar respuestas a este tipo de casos también.

Graglia añadió que en Tasa de Servicios no está incluida la infraestructura, pese a que una contadora de la comuna contó que en la rezonificación entró en juego también la infraestructura de cada sector.