Tras cumplirse cada uno de los pasos del proceso, el jurado dio a conocer ayer el nombre del ganador del Concurso de Anteproyectos para el nuevo edificio de la Cooperativa de Energía Eléctrica y Agua de Tío Pujio Limitada.
La propuesta de Gustavo Martinotti fue anunciada en la sede de la Regional del Colegio de Arquitectos por la asesora de la entidad, Ana Casasnovas. El resultado fue el veredicto del jurado compuesto por un integrante votado por los propios participantes, el arquitecto Oscar Cornaglia (San Francisco), el arquitecto Alejandro Prato (por la Regional 5) y el vicepresidente de la Cooperativa tiopujense, Juan José Olais.
Vale destacar que se presentaron nueve propuestas, de las cuales una fue desechada por incompleta. La cantidad de anteproyectos ingresados en el Concurso aparece como altamente interesante, según las voces consultadas.
Además, se destaca que el propio Martinotti es el tercer concurso que gana en tres años consecutivos: en 2010 fue por los hitos en los ingresos a la ciudad de Villa María, los que aún no se ejecutan; en 2011 fue el acceso al Parque Industrial y Tecnológico, que si bien está en ejecución habría una reformulación de adaptación en el diseño, y ahora el nuevo edificio de la Cooperativa de servicios de Tío Pujio.
Martinotti dijo a EL DIARIO que se refleja en la dirigencia de la entidad el entusiasmo por llevar a cabo cuanto antes la construcción de la obra, por lo que la semana próxima ya estará reuniéndose con las autoridades de la misma, encabezadas por el presidente del Consejo de Administración, Darío Ranco. De todas maneras, vale aclarar que Martinotti cuenta con entre 60 y 90 días para presentar el proyecto.
El arquitecto dijo que “lo más complejo fue vincular los espacios, ya que se puso énfasis en la funcionalidad y en unir tales sectores con otros”. Respecto a la identidad de la estructura, “se marcó con los colores representativos del arco iris como elemento fuerte” y en la portada “hay una alegoría de inicio del arco iris (que también se asemeja a un aro de básquet)”, admitió el propio Martinotti, que en ese sentido marcó que fue un punto de debate con sus colaboradores en la gestación de la propuesta finalmente ganadora: Andrés Ceferino Peralta y Javier Mercol. “Es hijo de los tres”, resumió.
Respecto al trabajo, sostuvo que “se mantiene el auge de una arquitectura sustentable, que perdure en el tiempo y de bajo mantenimiento” y agregó que “se pensó en la localidad de Tío Pujio, en cómo dotar de un espacio de encuentro a la población, en generar esos lugares está la decisión de los paseos” al aire libre entre la estructura.
Vale mencionar que el presupuesto estimativo para esta primera etapa, que fue pensada íntegramente en planta baja sin barreras arquitectónicas serias (crítica favorable que tuvo por parte del jurado), es de 13.433.843 pesos, para una superficie de 2.300 metros cuadrados, que a la vez se puede subdividir en cuatro subetapas, haciendo más factible su ejecución.
Otra opinión a su favor fue la luminosidad provista a partir de los espacios de paseo, además de que “la propuesta posee fácil lectura de las distintas áreas, tanto en interior como exterior”.
Por otra parte, en la crítica el jurado tuvo consideraciones “indispensables” y otras sugerencias. En cuanto a “la trama escultórica, diseñada en esquina de las calles Eva Duarte y Juan Domingo Perón (el “nacimiento del arco iris” o aro de básquet), se considera un gesto de exageración formal, de complicada materialización”, expresó en sus conclusiones el jurado. En el mismo sentido, esgrimió que “se estima igualmente que su ausencia no iría en detrimento del anteproyecto, debido que el círculo superior que se encuentra en losa posee una imagen marcada” que coincide o combinaría con uno similar ubicado en la zona de paseo.
Dos menciones
“La elección no fue nada fácil para el jurado”, resumió Casasnovas, ya que el eje institucional, por caso la entidad cooperativa, estuvieron presentes en cada propuesta, más allá de la adaptación a las tendencias y las estructuras que están en auge. Pero fue marcada la complejidad en la funcionalidad, tal lo expresó Martinotti.
Por ello hubo dos menciones a proyectos que fueron reanalizados y corresponden en primer lugar a las arquitectas Marcela Casas y Sandra Acosta (Villa María) y el otro de Mauricio Duveaux (de Oliva).