El jueves por la tarde, el histriónico animador radial y televisivo Max Deluppi y el periodista Mariano Saravia, de Radio Universidad, se presentaron en el panel titulado "Medios de comunicación concentrados y golpes de Estado en América Latina, la corporación mediática internacional". Por su parte, el conductor del programa "Más vale tarde", de Canal 10, abordó el escenario que se abre a través de la nueva Ley de Medios y el impulso de los medios públicos que ha otorgado la sanción de dicha normativa, a través de una lectura desde el interior del país y con dosis de humor.
Apuntó sobre la necesidad de desarrollar una "verdadera televisión federal y no continuar con la burbuja porteña", con contenidos producidos y exhibidos en los canales de Buenos Aires. Señaló la importancia de dar espacio y prioridad a las nuevas camadas de jóvenes realizadores y hacedores culturales "del interior del interior", a la vez que planteó una suerte de "disputa comunicacional" en la provincia de Córdoba, en alusión directa a Cadena 3.
Por último, dejó sentado que no es un oficialista fanático al decir que "en Córdoba el kirchnerismo es igual que el agua en el mundo, sólo el 3% es potable". Y comparó: "A mí me encantó poder decir al aire que estaba en desacuerdo con la política minera de nuestro país y que un diputado como Giacomino no podía ganar 50 mil por mes. A ver si alguien de Mitre Córdoba puede decir algo en contra de Clarín". Por su parte, Saravia abordó la temática de los "golpes blandos" en América Latina, en especial el derrocamiento de Fernando Lugo en Paraguay, donde tuvo especial énfasis la incidencia mediática de grupos concentrados. Al tiempo que ligó ciertas situaciones similares de descontento social en el vecino país con las últimas manifestaciones de cacerolazos en Argentina. Por último, apeló a fábulas y moralejas para dar cuenta del momento histórico que abre la nueva Ley de Medios. Y desde una posición militante, instó a dar una "batalla cultural desde el amor ante el resentimiento y con inteligencia".