Uno de los momentos más importantes en la vida del villamariense Esteban Ramonda se produjo anoche en la Iglesia Catedral. Es que en una emotiva ceremonia, en la que se hizo presente en buen número la comunidad de la Iglesia Católica de Villa María y la región, el joven de 36 años fue ordenado como sacerdote.
Acompañado por su círculo más íntimo, Ramonda se mostró sereno a la vez que alegre por el importante acontecimiento.
El flamante sacerdote actualmente se encuentra cumpliendo tareas como diácono en una parroquia en la localidad de Tancacha
En una entrevista exclusiva con EL DIARIO, publicada el 10 de noviembre de este año, había señalado: “Mi mayor deseo es ser un sacerdote santo, con eso me refiero al hecho de ser fiel a lo que me pida la Iglesia”.