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La presión fiscal parece ser hoy el único recurso de los gobiernos locales para sostener las gestiones, con sus costosas labores, llevar adelante las obras prometidas y dar continuidad a los
programas sociales.
Los índices de inflación que se manejan están muy por debajo del impacto que tendrán las tasas y contribuciones en el bolsillo de los ciudadanos.
Esa es la principal discusión que se está planteando este año en el tratamiento del Presupuesto 2013 del municipio.
La nueva alícuota del 10% que se establece para la facturación de gas natural, más una serie de sobretasas son los puntos de mayor complejidad para quienes están evaluando el apoyo o el rechazo a las dos normas fundamentales para la administración municipal.
Si bien los presupuestos siempre han sido motivo de chispazos entre las distintas fuerzas legislativas, el incremento de los impuestos no deja de ser un asunto de preocupación para quienes han asumido la responsabilidad de defender los intereses de la gente y, precisamente en este aspecto, se ha basado la escasa, hasta el momento, crítica opositora.
Es muy probable que el cuadro presupuestario y la Tarifaria bajen al recinto esta semana, ya que el oficialismo contaría con los dos tercios que necesita para su sanción definitiva.
El radicalismo, hasta ayer, seguía analizando datos, sin dar a conocer su posición formal sobre los diversos aspectos del cuadro contable.
Por su lado, el PV, representado por Darío Capitani, ya adelantó sus objeciones en torno al aumento de las tasas.
Sin embargo, cabe preguntarse si los ediles del oficialismo tendrán en cuenta determinadas observaciones dejadas en la Casona de Pereira y Domínguez por el Consejo Asesor Municipal (CAM).
En la nota firmada por el presidente del organismo, Jorge Soria, se destacó que existe un importante aumento en los mínimos de la Tasa a la Propiedad.
De acuerdo a los especialistas, el aumento es superior a la tasa de inflación del 15% manejada por el Ejecutivo.
Los profesionales remarcaron que “revisen los índices de las diversas zonas”, teniendo en cuenta que la presión fiscal va aumentar el próximo año, tanto a nivel provincial como nacional.
Por otra parte, el cuerpo presidido por Soria indicó que “no hace falta modificar las alícuotas en las distintas actividades, ya que por inflación la base imponible se actualiza en forma automática”.
Las sugerencias del CAM no son vinculantes, sin embargo, sería interesante que los ediles las evaluaran en beneficio de la comunidad.
El intendente Martín Llaryora, en su visita a Villa María, señaló que la cuestión federal debe ser rediscutida y que los municipios, a la hora del reparto de fondos, son “el último orejón del tarro”.
Creo que a esa expresión, deberíamos agregarle que mientras los gobernantes disputan el “federalismo”, terminan siempre exprimiendo al último orejón del tarro que, en realidad, son los contribuyentes.