Escribe: Diego Pellegrini (h)
Está entonado, le salen todas y cuando tiene la oportunidad, no perdona. Esa es la línea que sigue este Rivadavia, versión Marcelo Santoni, que ayer consumó otra buena tarde y consiguió el pasaporte a una nueva semifinal.
Fue victoria por 4-2 ante un San Lorenzo que dio pelea, vendiendo cara la derrota. Pero la ráfaga del local, con tres goles en nueve minutos, terminó por inclinar la balanza para los de Arroyo Cabral.
Esto le permite pensar al “Verde” en su próximo rival, Deportivo Argentino, de cara a lo que será un choque de dos equipos con claras intenciones de campeonato.
En cuanto al partido propiamente dicho, como era de suponer, el visitante salió con claras intenciones de ataque. Buscando obtener volumen de juego, el conjunto de José Villegas se instaló en campo contrario, atacando al local.
Y cuando parecía que San Lorenzo estaba cerca de la apertura del marcador, porque merodeaba el área de Marcelo Berardo, llegó el “vendaval verde”, para que Rivadavia se ponga 3 a 0 en apenas nueve minutos.
A los 17 Gustavo Cerutti ganó en las alturas dentro del área, tras tiro de esquina de Lucas Barengo, para colocar de cabeza el 1 a 0.
Dos minutos más tarde, Nicolás Domínguez coronó una buena contra decretando con un gran derechazo rasante el 2 a 0.
Entonado por los dos goles, el conjunto de Marcelo Santoni aprovechó el momento y, tras una serie de rebotes, otra vez Domínguez se anotó en el marcador para poner el 3 a 0, en solo 26m.
Sentido por los goles, desorientado y sin respuestas, así lucía San Lorenzo tras el show del elenco local, en menos de 10 minutos.
Buscando la reacción, es que el técnico José Villegas decidió mandar a la cancha a Nicolás Angaramo para sumar gente en ataque y también a Franco Vos, buscando seguridad en el fondo.
Esto hizo que San Lorenzo mejore en cuanto a su rendimiento. Y así fue como a los 32m, Lucas Tóffolo descargó con Llamil Ellena, para que el capitán coloque de derecha el descuento para los de Las Perdices.
Tras ese tanto, el visitante lo tuvo de tiro libre, pero el disparo de Angaramo salió pegado al horizontal.
Ya sobre el final de la primera etapa, en el minuto 46, llegaría la jugada más discutida del partido. Andrés Lazo, que volvía después de una larga suspensión, vio la tarjeta roja de manera increíble, por una infracción contra Tóffolo que José Martínez entendió que era para expulsión, cuando hacía dos minutos que el defensor había ingresado por Franco Gozzerino. Y ante la decisión incorrecta del juez, el ex Atlético Ticino se mostró desconsolado a lo largo de todo el entretiempo.
Ya en el inicio del complemento, San Lorenzo poco pudo realizar a pesar de contar con un hombre de más. Le costó mucho hacer valer el hombre de más que tenía en cancha y recién, cuando promediaba la etapa, pudo “rodearle la manzana” a su rival.
Antes, un Rivadavia ordenado esperaba en su campo y trataba de salir de contra, con la velocidad de los hermanos Domínguez y compañía.
Pero a los 26m llegaría un nuevo descuento para el “Santo”. Apareció por arriba Gastón Scagliarini, para ganar de cabeza a la salida de un tiro de esquina y colocar el 2-3.
El visitante se esperanzaba por el gol, pero todavía le faltaban dos tantos más para exigir la definición desde el punto del penal. Y en el afán por ir a buscar ese objetivo, es que el local aprovechó la situación y empezó a encontrar espacios para liquidar definitivamente la cuestión.
El hombre a buscar era “Nico” Domínguez, ya que el delantero gambeteaba y generaba constantemente chances de peligro.
Hasta que a los 39m Santiago Domínguez ganó por izquierda y habilitó al recién ingresado Federico Ferrer, para que el goleador histórico empuje la pelota al arco y coloque cifras definitivas (tercero en el torneo), sellando la clasificación con el 4 a 2.
De esta manera, Rivadavia continúa en el Clausura estimulando el sueño, ése que se le truncó hace un par de meses ante Alem y que ahora está decidido a obtener. Pero claro, todavía faltan un par de pasos, por lo pronto deberá continuar con la “onda verde”.
La figura
Nicolás Domínguez nuevamente se mostró filoso en los últimos metros del ataque. El delantero convirtió dos y podría haber hecho un par más. Fue un dolor de cabeza para San Lorenzo.
El árbitro
José Martínez tuvo una decisión que manchó su tarde. La roja a Andrés Lazo fue apresurada, teniendo en cuenta que era una jugada de amonestación. En el resto del cotejo, estuvo correcto.