Cuando el domingo a la madrugada la Policía interceptó la marcha de una moto, que se desplazaba sobre la ruta provincial 4, dos marranos de cinco kilos cada uno no entendieron qué pasaba.
Quienes sí se dieron cuenta “al toque” fueron un par de jóvenes de 18 años y un tercer “socio” de 44 que se movilizaban (junto a los chanchitos) a bordo de la moto.
Después, todo se aclaró cuando, durante la noche, el propietario de un campo situado a unos cinco kilómetros al suroeste de Villa Nueva denunció que en varias oportunidades ni el cuerito de los cerdos le supieron dejar en el chiquero.
El momento más emotivo ocurrió cuando se produjo el reencuentro del dueño del campo con los atribulados porcinos. Al mismo tiempo, en el interior de la Comisaría de Villa Nueva, un uniformado dejaba sentado la acusación contra el trío de motoqueros por supuesto autoría de “abigeato”. Marche preso.