La Organización No Gubernamental (ONG) Worldwide Events to End Animal Cruelty International (WEEAC) dio a conocer un crítico documento “respecto a la situación calamitosa en cuanto a bienestar animal en el municipio de Villa María y las gestiones ineficientes que desde la comuna se han hecho para solucionarlo”.
“Después de un exhaustivo análisis con asesoría técnica especializada en los temas (nueva ordenanza y Observatorio Municipal de Villa María), dejamos en claro que mantenemos nuestra posición en base a la coherencia y justicia que nuestro deber por el bienestar social y animal nos exige”, manifestaron desde la WEEAC, antes de hacer foco sobre diversos aspectos en torno a las propuestas oficiales sobre el control animal.
Referente al registro y perjuicio al ciudadano que tiene animales, dijeron: “Nosotros priorizamos un método seguro de calidad fiable y gratuita al ciudadano, por tal razón, el tatuaje es el indicado, pero el municipio manifiesta su negativa y quiere usar el ‘chip’, lo cual no da seguridad para el fin de registro ni la salud del animal ni la economía del ciudadano.
El proyecto de la nueva ordenanza roza lo dictatorial con el ‘control y límite de animales por vivienda’, debiendo los ciudadanos someterse a inspección para obtener un permiso en caso de superar dicho límite.
Se eliminaría la condición de ‘perro comunitario’ y el derecho del vecino a ejercer su elección de ayudar a los animales, por lo cual dichos animales serían considerados como vagabundos y, en tal condición, serían capturados y llevados al Albergue Municipal”.
Respeto a la incapacidad de profesionales municipales, expresaron: “Si los veterinarios municipales son incapaces de llegar durante las castraciones al ritmo de campaña, carencia ampliamente demostrada al solamente lograr esterilizar un animal por hora, ¿cómo sería posible que con estos mismos profesionales se pudiera llegar a esterilizar al número de animales requerido en las campañas para lograr un efectivo control de la población?
Nuestro pedido ‘no negociable’ desde un inicio era la exclusión del doctor Federico Soria (foto 2) y su equipo de la gestión del Albergue y, obviamente, el cese para su análisis de los nuevos proyectos por estas personas propuestos, por la ineficiencia comprobada en sus cargos a través de los años.
Somos francos y directos en declarar que se están haciendo las cosas mal; más allá de la posible buena voluntad que se tuviere por parte de los antes mencionados, lo hecho y lo planificado es totalmente insuficiente.
Sin embargo, hasta la fecha, sólo recibimos justificaciones y negativas para ejercer tales cambios en el cuerpo de veterinarios. ¿Bajo qué razón? Esa es la pregunta que todos nos hacemos y seguimos esperando respuesta, hace ya demasiado tiempo.
Otro punto incumplido es que los señores representantes del Gobierno municipal, propusieron el facilitarnos castrar, poniendo ellos el lugar y mano de obra y nosotros (proteccionistas) los insumos correspondientes hasta la terminación de la ambulancia donde se comenzaría a esterilizar. Hasta hoy, nada se cumplió. La ambulancia no funciona después de seis meses, sin embargo, la promocionan públicamente en fotos como si sirviera y funcionara para ese fin. Sí cabe la aclaración de que han empezado a castrar los días martes en MuniCerca, o sea en forma itinerante, rondando las cinco a seis operaciones por cada día, cosa absolutamente insuficiente y ni cercana a los números que se presentaron como solución”.
Sobre el nuevo Albergue
El nuevo Albergue está ubicado en proximidades de donde se encuentra la planta depuradora de líquidos cloacales, así como también cercado por el campo de pruebas de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María. Sobre esto nos pusimos en contacto con especialistas en el tema y bajo ningún concepto consideran aceptable el hacer un refugio para animales tan próximo a un campo de pruebas de explosivos (por el riesgo y estrés constante al que se someten los animales) y, mucho menos, cercano a donde se intenta purificar líquidos de cloacas, con el constante olor nauseabundo que de allí se emana, exponiendo al riesgo de contaminación o enfermedades a los animales que se encuentren cercanos y ahuyentando a la población que pudiera querer acercarse a las instalaciones para adoptar, esterilizar o tan siquiera visitar los animales; por lo tanto, ¿cuál era la necesidad de hacerlo allí? ¿Si, a pesar de todo, se contaba con un presupuesto que permitiría erguirlo en un lugar acorde a la salud de los animales y accesibilidad, sobre todo, de la sociedad?
Siguiendo con el Albergue, otro punto importante tratado en Observatorio, refiere a la dificultad de acceso a las campañas de castración para la población (en caso de que se realizaran en un futuro). El predio del nuevo Albergue (al lado del campo de explosivos y los piletones con agua cloacal) se encuentra a unos 10 ó 12 kilómetros de la ciudad, que es el lugar que, según lo dicho, sería donde se realizarían tales castraciones. No se comprende, entonces, arrojar el Albergue en un punto tan distante de la población, si la solución planteada tenía como base disponer de un centro de castración accesible para todos, es decir, que todos podamos llegar a él sin dificultad.
Planteamos la necesidad de que hubiera un lugar destinado y adaptado para la recuperación, esterilización y albergue provisorio hasta la adopción de gatos y canil de aislamiento para perros mordedores o utilizados para pelea, así como para los animales que deban cumplir con períodos de observación o tratamiento de enfermedades contagiosas para los seres humanos o animales.
Debemos aclarar que, cuando nos convocaron al diálogo sobre la ubicación y necesidades del nuevo refugio, el municipio ya tenía todo planificado a su gusto y en ‘apresurado’ desarrollo las obras para el nuevo albergue, del cual no quisieron darnos su ubicación exacta, sólo se referían a que sería ‘junto al río, donde las familias podrían ir a adoptar’ y nada más. Por nuestros propios medios, logramos saber que era donde se enclavaba la Cooperativa de agua 15 de Mayo, encontrándose allí la planta depuradora de líquidos cloacales. Nunca nos dieron la chance de opinar, nunca nos escucharon y sólo siguieron con sus planes”.
