Enclavada en el corazón del barrio, todo el vecindario pasa por allí. Marcela la ayuda y dice que Fanny está dispuesta, siempre, a darle una mano al que lo necesita. Se emociona al hablar de la dueña de esta despensa que, tras toda una vida de trayectoria, hoy es símbolo de la zona. Y se anima a apuntar qué es lo mejor y lo peor que tiene La Floresta.

La despensa “Pirucho” es un emblema de la zona. Es atendida por “la Fanny”, a quienes todos conocen. Fanny Strumia tiene dos hijos, Nicolás (25) y Juan Pablo (34) y una nieta, Paulina.
Marcela Cejas (33, foto) ha residido toda la vida en este barrio y atiende este quiosco. “Trabajé hasta cuatro años atrás y ahora trato der ayudarla. La conozco de toda la vida y me emociona hablar de ella porque es muy dada y se brinda mucho a la gente. Si venís y le pedís algo, verás que está siempre. Es re solidaria”, le dijo Marcela a EL DIARIO mientras atendía y una clienta que justo estaba comprando asintió.
“Si alguien está enfermo y le falta plata, seguro Fanny estará. Si alguien necesita fiado, también. Mirá la confianza que me tiene, que me deja sola acá. Para mí es una amiga, una hermana”, definió Cejas.
La entrevistada caracterizó como “hermoso” al barrio y afirmó que “los vecinos se brindan mucho y son muy buenas personas”. “Cuando empiezan los Carnavales es todo muy lindo, uno ve que hay ensayos por todos lados. La Floresta tiene carisma”, agregó.
Lo más, según ella: la gente, AOITA, la Capilla Sagrado Corazón de Jesús.
Lo menos: no le cambiaría nada, quizás haría un parque o una plaza en los baldíos que existen. Y más luz en las calles.
Vecinos “símbolo”: Los Cejas, Strumia, Pino, Carlota Marchetti, los Alzogaray, Barrios.