odrigo Bruno tiene 25 años y vivió desde siempre en La Floresta. Tiene dos hermanos, Lucas y Matías, y sus papás son gente de este sector desde siempre.
El se ha convertido en uno de los símbolos de la zona porque llegó a integrar el seleccionado nacional de rugby, el mayor logro al que puede acceder un deportista en este país.
Por eso, este chico que integra las filas del Jockey Club de Villa María es un vecino sobresaliente de este barrio.
“Este lugar cambió un montón. Recuerdo que había pocas casas. Hoy es un barrio nuevo, que ha progresado mucho. No teníamos pavimento, en su momento no había ni alumbrado ni cloacas. Hoy es notoriamente diferente al que existía cuando era chico”, le contó a EL DIARIO.
“Está mucho más lindo y da gusto estar. Lo mejor fue cuando lo asfaltaron, hace poco más de un año. Eso le cambió la cara y le dio otra vida”, resaltó.
Rodrigo recuerda al predio de AOITA como un club concurrido y transitado desde que era pequeño.
“Aquí vive gente muy solidaria. Cuando volví de la gira por el rugby, recibí mucho cariño”, resaltó el crack y añadió que sus vecinos “son muy buena gente”. En su mayoría, según su descripción, son frentistas de la tercera edad o no tan jóvenes, “aunque hay un poco de todas las edades”.
“¿Qué le faltaría? Estaría bueno que todos pudiesen mejorar las fachadas de sus viviendas, darles una mano de pintura, para que sea un sector más pintoresco”, consideró.
“En sí, es un barrio lindo”, agregó.
Cuando se le preguntó cómo toma el vecindario su ascenso deportivo, contó que “algunos no pueden creer” adonde llegó. “Tengo algunos compañeros con los que pasé la infancia y hoy me piden una camiseta. ‘Dame una remera’, me dicen. Yo trato de compartir y ser solidario con todos”.
Por su edad (su juventud) y por vivir a pocos metros del polémico boliche Aruba, no se pudo dejar de tocar este tema. “Es un asunto complicado y hay malestar. Ocurre que antes era un barrio tranquilo y (por la disco) llegó la Policía, hay peleas, se ve alguna ambulancia y más de uno se ha quejado porque orinan en la vereda, vomitan o gritan. Es parte de la juventud, no de una confitería en particular”, señaló.
“Yo creo que se tendría que radicar en otro lado. Por ejemplo, con Ciro no hay problemas ni quejas por el lugar en donde está”, evaluó Rodrigo.
Hijo de los comerciantes Norma “Pita” y de Hugo Bruno, secretario de Gobierno en el primer mandato del ex intendente Marcelo Frossasco, el Puma sostuvo que “los villanovenses somos más de pueblo” y que existe mucha reciprocidad. “El vecino trata de darle trabajo y de comer a su gente, al villanovense, es un círculo solidario”, afirmó.

EL DATO

Necesidades insatisfechas. En La Floresta se ve a familias numerosas viviendo en malas condiciones socioeconómicas. Cuando concurrimos al plan de las 36 Viviendas observamos esta característica en los límites del programa habitacional. Una mamá que estaba con muchos de sus hijos fue consultada por este matutino, pero no quiso hablar.