“El cariño de mis hijos y la familia han permitido que llegue hasta acá”, dice Teresita Barbero de Signoretti que cumple hoy 101 años de vida.
“Todos me quieren y nunca me han dejado de lado. Soy muy feliz así y me siento más que bien”, resalta la dama que atravesó un siglo de existencia dejando tras de sí una herencia de seis nietos, 17 bisnietos y dos tataranietos (Juan y Malena) que adoran su presencia.
“Dios sabrá por qué me ha dado tanto, pero bueno, soy muy agradecida”, remarca ante EL DIARIO, Teresita, que actualmente reside en barrio Lamadrid junto a su hija Olga.
“Salvo el apio, el repollo y la gelatina, yo como de todo”, dice nuestra entrevistada al tiempo que destaca como “pequeño achaque” a la artrosis que le juega malas pasadas los días de humedad.
“En definitiva, me gusta mucho comer y dormir”, dice entre risas la vecina que apunta a que a los sanos placeres hay que dárselos en vida.
“El secreto de llegar bien es que te quieran y eso me pasa todo los días”, insiste Teresa rescatando la actitud de su hijo Héctor “Cacho”, dueño de una reconocida panadería en barrio Sarmiento.
En el negocio, Teresita dice que “se siente excelente”, ya que puede estar cerca de sus afectos (Olga hace las veces de cajera los fines de semana y feriados).
“En la panadería a cada rato Cacho me mira y me pregunta si estoy bien, si tengo frío o si quiero un flancito. Me protegen mucho”, ilustra la señora.
“A mis hijos los he ayudado trabajando en la cuadra de la panadería, amasando bizcochos o moldeando palmeritas. Entraba a las ocho y salía como a las once y media, trabajaba con todos los empleados”, relata Teresita.
A los recuerdos de viajes (otra de las actividades que le encantan a la dama), bailes en las fiestas de los panaderos, otra cuota de felicidad le dibuja una sonrisa en la cara a Teresita, la llegada en abril próximo de sus dos nuevos tataranietos Bianca y Joaquín.
“Me encanta la juventud, converso mucho con ellos. A mí los nietos no me molestan, por el contrario, disfruto que jueguen conmigo y me aprecien”, enfatiza nuestra entrevistada que desde hace muchos años se impuso como obligación no dejarles faltar regalos a sus pequeños familiares durante los festejos por el “Día del Niño”.
El sábado, en el Salón del Prado Español, los parientes de Teresa se reunirán en torno a la mesa y como desde hace tiempo festejarán un nuevo aniversario de la abuela.
También y como siempre, luego de una cena especial, copitas de champaña y productos de repostería, Teresita despedirá a los comensales expresando una frase que se ha transformado en un clásico entre los Signoretti: “Los espero el próximo año, a la misma hora y en el mismo lugar”.
El juego de palabras que proyectan al futuro ponen una nueva meta al encuentro donde Teresa y los suyos establecen un contacto que la revitaliza y llena de emociones.
El afecto, cariño y la comprensión todo lo pueden. Teresita es un claro ejemplo de ello. Felicidades.

Querida abuela...
Brindas siempre tu cariño a cambio de nada, sólo te conformas con una sonrisa.

Sos un fuerte pilar dentro de la familia. Estamos siempre seguros del cariño que nos brindas al estar con nosotros.
Lo importante es que hoy estás en cada momento de nuestras vidas.
Orgullo de la familia serás siempre querida... querida abuela.

Nietos, bisnietos y tataranietos de Teresita