ESCRIBE: NET
"El tiempo pasa muy rápido. Mucho se hizo en 25 años y nos faltan muchas cosas.” Lo dijo el intendente Eduardo Accastello después de la celebración en el Concejo Deliberante por la recuperación del sistema democrático.
Los que tuvieron responsabilidades de Gobierno desde 1983 en adelante fueron invitados a la Casona y se llevaron un reconocimiento. Hubo ausencias significativas, producto de las irreconciliables diferencias del territorio político (no fue Raúl Costa, ni Sonia Soardo, entre otros).
Hubo presencias significativas a pesar de las diferencias del pasado.
Los que tenemos memoria recordamos que a Miguel Angel Veglia, los peronistas intentaron hacerle un juicio político. La lista de acusaciones justicialistas contra el mandatario radical fue nutrida y durante años tuvieron de caballito de batalla la chicana “de la herencia recibida con una deuda de 25 millones”. Hoy, aún repiten que “los radicales fundieron la ciudad” o que “nunca nadie hizo tantas cosas por Villa María” promocionando el autoelogio a través de la denostación del otro.
Sin embargo, como en la fiesta de San Juan, por un momento se olvidó que cada uno es cada cual.
La hipocresía (el acto de preconizar cualidades, ideas o sentimientos contrarios a los que en realidad se tienen) se ha convertido en un principio habitual en nuestra sociedad.
Si los que tienen la difícil tarea de conducir los pueblos usan diariamente la mentira, el cinismo o la negación de la realidad, qué pueden pedir a los ciudadanos.
El ejemplo es fundamental en la democracia.
Y está entre las cosas que faltan.
Nuestros representantes (en su mayoría) están acostumbrados a los grandes anuncios, a la falsa palabra repetida hasta el cansancio para convertirla en verdadera. A los índices que nadie cree.
Se habla de millones, de obras faraónicas, de proyectos que algún día se concretarán.
Poco, casi nada, se habla de la pobreza.
Más de cincuenta mil personas (entre ellas los referentes de la CTA local) marcharon el viernes con la consigna “el hambre es un crimen”.
En 25 años, ningún Gobierno resolvió el problema de los millones de personas que viven sin las necesidades básicas satisfechas y en la marginación.
La distribución equitativa de la riqueza y la justicia social siempre están en la columna de las “deudas pendientes”.
¿Puede un gobernante jactarse de sus logros, cuando no logró derrotar al hambre en su pueblo?
Hasta que todos los habitantes no tengan una vida digna los que han tenido responsabilidades de Gobierno tienen escaso margen para festejar.
La democracia siempre será motivo de fiesta ciudadana. Pero muchos de nuestros representantes tendrán que aprobar varias materias todavía para ser merecedores del reconocimiento del pueblo.
Clasificados
“Formulo mis votos más fervientes para que nuestra ciudad siga su derrotero de grandeza.”
Horacio Cabezas
“Con los años, uno piensa cuántas cosas hicimos mal...”
Miguel Veglia
“Estamos en deuda con la democracia.”
Luis Juez
Otras notas de la seccion Locales
Olaviaga y Bedano en el racimo de opciones
Los comicios marcados por la presencia de Zannini y Cavagnero en las boletas
"Ya no es factible sostener la imagen de familia dominante"
Entusiasmo y aprendizaje: lo que dejó la Feria de Ciencias
"Cada vez más niños se involucran en la ciencia"
|