Veinticinco años han pasado desde que un grupo de informáticos visionarios impulsara y lograra la promulgación de la Ley 7.642/87, que diera nacimiento a nuestro Consejo Profesional.
Las Bodas de Plata han llegado y hoy juntos las celebramos en este acto más emotivo que solemne, más cálido que protocolar, por ello este discurso se dirige más al corazón que a la razón, pretende recordar y homenajear a quienes con su pasión lograron construir esta entrañable institución.
Hoy agradecemos a quienes con grandeza supieron zanjar diferencias, haciendo posible que egresados de distintas titulaciones (analistas,
licenciados, ingenieros) tuvieran una casa que los cobije, una ley que los regule como profesionales. Algunos ya no están físicamente, pero su legado ha trascendido el tiempo y ha dejado huella en la sociedad cordobesa, el tributo es hoy especialmente para ellos…
A lo largo de estos años el Consejo vivió todo tipo de momentos, en la infancia de nuestra entidad no paramos de crecer, pero un día entramos en la adolescencia y adolecimos de problemas que condicionaron nuestro crecimiento.
La historia comenzó a revertirse años atrás cuando un grupo de profesionales, elegidos democráticamente por sus pares iniciaron un cambio que llevó a la institución a superar su adolescencia, sanearon las finanzas y trabajaron incansablemente para jerarquizar la institución y la profesión.
El presente nos muestra un Consejo ordenado, con su sede central remodelada, que profundiza los principios rectores de la Ley 7.642/87, difundiendo la matriculación y combatiendo el ejercicio ilegal de la profesión.
Programas de fuerte impacto social como “Informática en la escuela”, “Reciclado de la basura electrónica” y “Voto electrónico” demuestran la gran inserción de la institución en la comunidad.
La institución se ha fortalecido por el ejercicio digno y ético de los profesionales matriculados, esto ha llevado a jerarquizar la profesión, logrando el reconocimiento de una sociedad que nos necesita y valora.
Sin embargo hoy es tiempo de planificar a futuro, es hora de debatir que deseamos construir colectivamente a largo plazo, es necesario escuchar a cada matriculado para saber interpretar sus inquietudes, es necesario que los matriculados participen haciéndose escuchar.
Hay un deseo común que nos guía, todos queremos un mejor Consejo, para lograrlo trabajaremos día a día con el solo fin de legarle a las generaciones venideras una institución mejor y estaremos satisfechos solo si mirando hacia atrás nos enorgullecemos del camino recorrido.
Licenciado Guillermo Montenegro
MP 0675
Presidente