Días atrás, se llevó a cabo el Curso Avanzado de Apoyo Vital en Trauma, por segundo año consecutivo en nuestra ciudad. El organizador local de esta destacada propuesta profesional fue el médico cirujano Pablo Valle, miembro del staff del Hospital Pasteur.
En diálogo con EL DIARIO, el especialista comentó las características del cursado y a la vez analizó la problemática actual del “trauma”, en el contexto social donde incide el nosocomio más importante de la región. “Villa María, por su ubicación territorial, es hoy una ciudad de referencia en salud. Su área de influencia de la zona sanitaria comprende todo el sureste de la provincia de Córdoba, cuya población se estima en 450.000 habitantes y su cobertura equivale a un tercio de la provincia (60.000 km2) aproximadamente. Además, está atravesada por las rutas nacionales 9 (autopista Córdoba-Buenos Aires) y 158 (corredor internacional Brasil-Chile) y las rutas provinciales 2, 4, 6 y 11. Por esta razón el Hospital Regional Pasteur es considerado como un referente en la red sanitaria”, indicó.
“El trauma -prosiguió- constituye la tercera causa de muerte para todos los grupos de edad y la primera causa entre 1 y 45 años, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. Además, es responsable de la muerte de tres de cada cuatro adolescentes entre 15 y 24 años y de dos de cada tres adultos jóvenes de 25 a 35 años. Los años de vida y de trabajo potencial perdidos a causa de los traumatismos son mayores que la suma de los perdidos a causa de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Es una verdadera epidemia y endemia que azota especialmente a la población joven denominada como ‘la enfermedad negada de la sociedad moderna’. Para efectuar el tratamiento integral que esta patología merece se han generado conceptos de trabajo multidisciplinarios y multisectoriales. Esta aproximación ha permitido disminuir marcadamente las cifras de morbilidad y mortalidad asociadas a los traumatismos”.
“Los países desarrollados han encarado este verdadero problema de salud pública con la preocupación necesaria puesta tanto en la prevención primaria (evitar que se produzca el incidente), como secundaria (mitigar la gravedad de las lesiones mientras se produce el incidente) y terciaria (disminuir la mortalidad y la discapacidad luego de producido el incidente)”, explicó el profesional. “El recurso humano es el factor más importante en la disminución en la morbimortalidad luego de producido el incidente, por lo que se hace indispensable la capacitación, formación y el constante entrenamiento del mismo”. “Por lo que surgen diversos cursos para formar dichos profesionales. El más conocido mundialmente es el propuesto por el Colegio Americano de Cirujanos ‘Curso Avanzado de Apoyo Vital en Trauma’ (Advanced Trauma Life Support-ATLS), el cual, después de intensas negociaciones, se realizó los pasados 1 y 2 de diciembre”. Valle, al final, agradeció la colaboración a la UNVM, el Hospital Pasteur y la cooperadora del hospital, a la vez que valoró el excelente grupo humano (32 médicos por curso) que lo cursó y aprobó (100 % de los inscriptos lo aprobaron con menciones) y a los 12 médicos instructores de múltiples provincias de nuestro país. Por último agregó: “Debería ser obligatorio para los médicos que hacen urgencias”.