Apenas Juan Aróstegui marcó el 3-0 en Plaza Ocampo, insultos, silbidos y algunas salidas prematuras del estadio se contabilizaron desde la tribuna de cemento.
La decepción fue tan grande que los jugadores no quisieron hablar inmediatamente con la prensa y optaron por retirarse a los vestuarios.
Alumni volvió a quedar en deuda con su público, pero la revancha no será pronto.
“Ahora nos vamos de vacaciones unos días, tenemos que reflexionar, cargar las pilas y después volver con todo porque la otra mitad va a ser muy dura y queremos revertir la historia”, reconoció Facundo Depetris, quien ayer volvió a la titularidad después de mucho tiempo y no desentonó.
El defensor que remplazó en el lateral izquierdo al lesionado Esteban Canelo trató de encontrar los motivos de la derrota: “Se nos hizo difícil porque nos encontramos con un gol de ellos por error nuestro, antes de eso buscamos, tuvimos un par de situaciones claras, pero no pudimos concretar y en el segundo tiempo nos encontramos con la pegada de Juan Pablo Francia, que es maravillosa, y ahí se nos hizo todo cuesta arriba. No se pudo y nos vamos tristes”, comentó.
Otro defensor, Patricio Berardo, también esbozó algo cuando se retiró. Fue claro y conciso para analizar el partido: “En el primer tiempo tuvimos chances para hacer goles, no pudimos concretarlas y en el segundo tiempo nos desacomodamos y ahí fue cuando caímos. Hay que seguir trabajando”, afirmó, en medio de un clima de tristeza.
La figura
Luciano Mazzina fue el equilibrio de Sportivo. Robó y jugó para el frente en el primer tiempo y cubrió muy bien los espacios atrás en el complemento. Otros destacados fueron el arquero Barucco (tapó una pelota clave en el PT) y Juan Pablo Francia, quien resultó clave con su golazo.
El árbitro
Como es costumbre, lo de Miguel Mazzón fue malo. No cobró dos penales para Alumni en el primer tiempo, no aceleró el juego y cometió otros errores cuestionables. Los asistentes también tuvieron una noche para el olvido.