El cierre de año para Alumni, en Plaza Ocampo, no pudo diferenciarse mucho de lo que fue el equipo en casi toda la temporada, con los jugadores saliendo cabizbajos después de una derrota, la gente reprobando la actuación y el visitante cargado de alegría y de puntos.
El problema es que, anoche, el dolor resultó más profundo para el local: el ganador fue Sportivo Belgrano, el clásico rival, y por una distancia en el marcador de 3-0 que estiró la decepción villamariense hasta el año que viene, cuando se renueven las expectativas y se organice algo mejor desde lo deportivo.
Ni siquiera un par de fallos perjudiciales del mal árbitro Miguel Mazzón, que dejó pasar dos penales claros en favor de Alumni en el primer tiempo, sirvió de pretexto para esta caída sin atenuantes.
El equipo villamariense se vio superado por un equipo que primero aprovechó un regalo del arquero Emir Basabe y después se encargó de esperar el momento para lastimar con sus mejores armas de ataque: Juan Pablo Francia y Juan Manuel Aróstegui.
El inicio del partido no auguraba tamaño desenlace, sobre todo porque Alumni, aun sin jugar bien, generó un par de situaciones: una pared entre Víctor Rena y Santiago Aloi que hizo reaccionar al arquero Rodrigo Barucco y una guapeada de Juan Aimar por derecha que terminó con remate desviado de Ezequiel Reyna. Luego el primer penal que no vio Mazzón, por agarrón de Diego Salvatierra sobre Rena.
Sin embargo, Sportivo fue más efectivo y abrió el marcador en la primera clara que se le presentó, cuando Basabe rechazó sin fuerza con los puños y Jonathan García, desde afuera del área, definió con sutileza, por arriba, con un toque de derecha.
A partir de ahí, Alumni supo que debía redoblar la apuesta, pero la obligación llevó al apuro, los volantes centrales no fueron salida y los externos (sobre todo Reyna) no acompañaron como correspondía, aunque no faltaron las ocasiones para empatar.
Aimar tuvo una gran posibilidad a los 24m, cuando captó una pelota que disputó Rena y, en el área chica, remató sobre la humanidad de Barucco; en el rebote volvió a insistir el volante, pero allí salvó Salvatierra, casi sobre la línea.
Diez minutos más tarde, Aimar disparó al arco y se cruzó la mano del mismo defensor en el área. Todos pidieron penal, pero Mazzón interpretó otra cosa.
Más allá de esto, Sportivo intentó justificar la ventaja desde el juego preciso en triangulación de Francia, Aróstegui, Jonathan García y Barrionuevo, a los que se sumó Luciano Mazzina, quien se ocupó de cortar siempre en el medio y provocar los yerros de Silvestre y compañía.
Pero Sportivo también sabe llevar mucho peligro desde las jugadas en pelota detenida. Y una muestra cabal de esto fue un tiro de esquina de Francia que Aróstegui finalizó con cabezazo por encima del travesaño.
Alumni carece de esas opciones de ataque, a pesar de que volvió a quedar cerca del empate sobre el final de la primera etapa, cuando Aimar captó un centro de Aloi, se hizo un lugar en el área y tiró con zurda, apenas alto.
Tres atrás
Para el complemento, Héctor Arzubialde intentó dar un mayor peso ofensivo con el ingreso de Carlos Herrera por un defensor (Joaquín Lencinas), además de buscar mejor posesión de pelota con David Altuna por el irresoluto Silvestre.
De todas maneras, cuando el equipo “Fortinero” fue al frente, empujado por su público, Sportivo se agazapó esperando su momento. Y ese momento llegó a los 10m, gracias a la milimétrica pegada de Francia, quien ejecutó un tiro libre con la jerarquía que lo caracteriza y por arriba de una barrera de dos hombres colocó la pelota tan pegada al palo que hizo inútil el esfuerzo de Basabe.
El gol hirió tanto al local que lo demás pareció de sobra, a pesar de que faltaba mucho para el cierre del partido.
Es que, se sabe, Alumni está lejos de convertir tres goles para revertir este tipo de partidos. No lo hizo antes y parecía que menos podía hacerlo ahora, encima contra un rival que clausuró bien los espacios en el fondo, guiado por un trabajo estelar de Mazzina.
El contraste de unos y otros se verificó en dos jugadas: en el área de Sportivo Rena encaró por izquierda y envió un centro que no encontró destinatarios. Y luego, en el área de Alumni, Barrionuevo pasó a uno, a otro y mandó el centro que encontró la cabeza goleadora de Aróstegui para rubricar el 3-0.
Con Herrera lejos de su nivel y sin recibir pases para definir, Reyna timorato para encarar con pelota dominada, Aimar alternando buenas y malas... Alumni estuvo alejado de la altura de Sportivo. Entonces el resultado fue indiscutible. Y lo que se discutirá, de ahora en más, tendrá que ver con el Alumni 2013, un equipo que deberá dar un salto de calidad para no seguir decepcionando.