La familia de Marco Bonetto y de muchos otros habitantes que se domicilian en cercanías al gigantesco basural que existe en los fondos del barrio Felipe Botta están más que hartos de la contaminación que tienen que soportar cotidianamente.
“En pleno ejido urbano, a escasos 200 metros de Vélez Sarsfield al 300 sigue existiendo un basural donde descargan a diario contenedores de basura orgánica. Desde hace un año hay un fuego encendido que se aviva ante las continuas descargas de basura”, explica Marco.
“Allí vivimos con mi familia hasta esta semana, tuvimos que mudarnos obligadamente por vivir fumigados por tóxicos las 24 horas”, indica el denunciante que aportó una foto donde se puede observar a su hogar cubierto por una densa nube de humo.
“Estamos enfermos y nos hemos visto en necesidad de hospitalizar también a un familiar con graves signos de intoxicación”, acotó Bonetto.
“Tomaremos medidas judiciales, ya que hemos denunciado en reiteradas oportunidades a las autoridades pero no recibimos respuestas”, concluyó el desafortunado frentista.
Vale recordar que días atrás, EL DIARIO publicó una nota donde se hacía referencia a las quemas de productos tóxicos en la cava denunciada.
El espacio también fue merecedor de reclamos debido a los desperdicios que se vierten allí y que son consumidos por personas que los retiran del lugar