La directora de Habilitaciones Unicas y Bromatología del municipio, Valeria Súarez, concurrió ayer a la Casona de Pereira y Domínguez para abordar con los concejales temas relacionados a la venta de pirotecnia, principalmente en el período de las tradicionales fiestas de Navidad y Año Nuevo.
La iniciativa que los concejales radicales Carlos Gagliano y Nora Landart presentaron con la finalidad de “prohibir” las bombas de estruendo no tuvo eco en el seno legislativo, pero estuvo presente en las conversaciones con la funcionaria municipal en horas de la mañana de la víspera.
Suárez, precisamente, despejó las inquietudes planteadas por algunos ediles sobre la comercialización de las bombas de estruendo, manifestando que todo producto de pirotecnia para su venta al público debe estar homologado por el Registro Nacional de Armas (RENAR).
“El organismo, en el caso de las bombas de estruendo, autoriza solamente la comercialización de aquellas de hasta 2,5 pulgadas, a mayores de 18 años, y en cajas cerradas con mortero incluido”, señaló la funcionaria a los legisladores de las distintas bancadas.
Piden precaución
La pirotecnia es, como todos los años, un motivo de preocupación del Estado municipal.
En este sentido, finalizado el encuentro los concejales recomendaron a la población que al adquirir un producto de este tipo lo haga en comercios habilitados y verifique que el mismo tenga la etiqueta con la inscripción del RENAR, al tiempo que pidieron a la comunidad en general que tengan “precaución” al manipular artículos pirotécnicos, para evitar accidentes.