Parece que fue ayer. Si lo miramos a través de los cuadros de una película podríamos remontarnos a ese pasado que no es tan lejano. A ese momento de nuestra vida en que la crisis nos tiró el guante en un duelo que aceptamos con dignidad, uno de los bienes más preciados de los trabajadores.

Tal vez, la dignidad era nuestro único capital, pero en poco tiempo descubrimos que la riqueza de nuestra osadía estaba en la fuerza de la comunidad de Villa María y la región que no escatimó esfuerzos para brindarnos su apoyo.

Parece que fue ayer, pero en realidad pasaron once años. 

Once largos y cortos años en la vida de Cooperativa de Trabajo Comunicar, editora de EL DIARIO.

El año pasado festejamos con todos el décimo aniversario. Este 2012, la celebración fue más íntima.

Los asociados, sus familiares, los colaboradores nos reunimos en esta casa de Periodistas Argentinos 466 para festejar un cumpleaños más.

Sin bombos ni platillos, compartimos un ágape y la alegría de estar juntos, de abrazar a nuevos compañeros y de sentir que codo a codo seguimos transitando el camino de la economía social elegido once años atrás, en uno de los momentos más difíciles del país.

De pronto, entre empanadas y algún trago, llegamos a emocionarnos con parte de nuestra historia captada en imágenes por la Cooperativa Audiovisul Ayllú.

Los jóvenes creadores pasaron un corte de doce minutos basado en nuestra experiencia. Una parte de lo que será el primer capítulo del programa “Abriendo caminos” que se emitirá por la TV Digital.

Los recuerdos de esos años de sacrificio piantaron algunos lagrimones en los que retrocedimos en la máquina del tiempo y también en aquellos que con el tesoro de la juventud hoy están a nuestro lado enriqueciendo a nuestra cooperativa.

Siguiendo los pasos de las tradiciones argentinas, la comida y el brindis no faltaron en el festejo del cumple. Tampoco estuvo ausente la foto de todos para incorporar al álbum de nuestra memorias.

Luego, la diversión se hizo presente. Algunos cantaron, otros recitaron poemas y no faltó los movimientos de la danza.

Resulta difícil transformar en palabras las emociones de nuestra fiesta.

Simplemente, podemos contarle a nuestros queridos lectores que cada año celebrado lleva implícito el sello de quienes diariamente nos eligen para compartirnos en su hogar, en su trabajo, con sus amigos o en una mesa de café.

Levantamos la copa de estos once años con todos.

Con cada integrante de la comunidad que hizo posible marcar en el calendario un nuevo aniversario y soñar con muchos más.