En la ingenuidad más suprema o en la ignorancia supina, cualquier lector se podrá imaginar que la labor de un perito tasador se posiciona entre los trabajos menos arriesgados del mercado.
Que cualquier profesional que ejerza este noble oficio no deberá sortear problemas de gravedad ni lidiar con demasiados sobresaltos.
Pero si usted se afirma en esta línea de pensamiento, se equivoca. O al menos hay historias de vida que contradicen esa postal idílica del perito tasando viviendas, carpeta en mano, recorriendo metro por metro.
La joven María Eugenia Mania, cuya matrícula es 06-689, comentó en una entrevista concedida a EL DIARIO algunos de los “casos raros” que ha debido tratar en su carrera.
“Se trataba de un juicio por filiación que duró como tres años. El papá había muerto y había aparecido un hijo no reconocido que reclamaba el apellido y, por supuesto, parte de la herencia. Este hombre luchó para ser reconocido mucho tiempo. Cuando muere el supuesto padre, la Justicia pidió la exhumación del cadáver para extraer el ADN. Como te imaginás, los familiares del fallecido odiaban al chico que venía a reclamar parte de la herencia. A mí me convocaron como perito judicial. Tuve que ir con un colega porque no me animaba a ir sola para meterme entre los campos, ya que debía cerciorar los bienes del fallecido. El dueño nunca aparecía y mandaba a sus empleados que me decían que ‘el propietario no estaba’ y que yo no podía ingresar. En otra oportunidad me dejaron encerrada entre una tranquera y otra y no podía salir”, relató.
“Los herederos piensan que uno va a atacarlos, pero sólo vas a tasar los bienes hereditarios que te dicta el juez o los bienes que se van a vender para luego repartir”, añadió.
A continuación, algunas preguntas y dudas frecuentes sobre la actividad que hoy celebra su día.
¿Qué diferencia a un perito de un martillero y un corredor público?
Un martillero está más relacionado a los remates públicos y el corredor a la compra y venta de inmuebles. Para ser perito uno debe ser martillero.
¿A qué se dedica un perito?
Se dedica mayormente a la tasación de inmuebles. En las pericias podés pasar a ser auxiliar del juez en un caso, es decir, que te convertís en un perito judicial o podés ser un perito de parte. Esto sucede cuando cualquier persona te convoca porque quiere saber el precio de su casa o inmueble. Actualmente es muy común que suceda porque los precios van cambiando muy rápido. Esta información se requiere casi siempre para luego comercializar el inmueble.
¿Cómo se tasa un inmueble?
Primero hay que saber dónde está ubicado el inmueble. Después, que sea una casa de acá, de Córdoba o del sur el precio de construcción es el mismo. En Villa María está dividido por barrios y zonas. Las diferentes zonas tienen sus diferentes precios. Varían la calidad del material y la calidad de la construcción.
¿Se pide también tasar muebles o rodados?
Respecto a los rodados, es muy difícil que pregunten cuánto sale un auto porque para eso vas a una concesionaria y el vendedor va a estar más empapado del precio que se maneja en el mercado.
¿Qué trámites deben realizar comúnmente?
Lo más común es que nos llamen para juicios de divorcio, donde se dividen los bienes en general. El perito en este caso actúa como una persona neutra. Cada una de las personas involucradas individualmente puede enviar sus peritos de parte, pero el juez tiene la facultad para llamar a un perito judicial que no sea sospechado de intencionalidad hacia ningún lado. Además, el perito elegido es sorteado en Tribunales. Muchos suelen ser juicios muy largos y el juez te puede llamar al inicio, al medio o al final del juicio, de acuerdo a las circunstancias. Por otro lado, las pericias particulares son más rápidas, ya que ves el lugar, la cantidad de metros edificados, la dimensión del terreno y otros aspectos y ya podés presentarle su dictamen.
¿Cuentan con problemáticas que atraviesan a toda la profesión?
En realidad, nuestra tarea suele ser muy solitaria. Nos abocamos a lo que indica la actividad. Es decir, ir al lugar a tasar, saber qué tipo de construcción tiene, que tipo de mantenimiento se le ha hecho, qué tipo de materiales se han utilizado y el entorno donde se ubica. Se hace la pericia y se presenta al juez un informe detallado.
¿Ha habido un crecimiento en la matrícula en los últimos años?
Hay que aclarar primero que el curso de peritos no se da todo el tiempo. Primero tenés que ser martillero y tenés que esperar que el curso se dicte. Para que eso suceda, debe reunirse una cierta cantidad de gente que alcance el cupo necesario. Los cursos se suelen concretar cada dos o tres años. Pero todas las decisiones dependen del Colegio de Martilleros de Córdoba.
¿Las inmobiliarias pueden tasar?
Es un buen planteo. Vale decir que todo aquel que tiene una inmobiliaria va a otorgar a su cliente un aproximado al precio. Eso se llama estimación de precio. Pero un perito te va a dar, valga la redundancia, una pericia con un informe detallado y fundamentado y para ello necesitás tener la matrícula correspondiente.
¿Cuántos peritos se encuentran en ejercicio en Villa María?
Muy pocos. Cerca de 10. Incluso los judiciales (que deben estar registrados en Tribunales de la Provincia y en Tribunales Federales para participar en litigios) son menos aún. La mayoría de los colegas que son peritos no están en ejercicio o se dedican a la gestión inmobiliaria.