En el marco del Día Mundial por los Derechos Humanos, el lunes pasado, ante un Teatro Verdi colmado y expectante, Quijotada presentó "Drácula, el musical”.
La obra, vale recordar, es una adaptación de Angel Mahler y Pepe Cibrián Campoy, los padrinos artísticos de la asociación civil desde hace 12 años ininterrumpidos. Estuvieron presentes durante la velada: la cantante villamariense radicada en México Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez y representantes de Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), entre ellos su presidente, Omar Toscano.
La obra, en su versión original y completa, con más de dos horas y media de duración, fue seguida desde el principio al fin por el público con un observable entusiasmo. Los actores, con una puesta de probada calidad y lograda dinámica, desafiaron y triunfaron en la presentación que dio cuenta de ambiciones artísticas muy elevadas e indiscutiblemente cumplidas. Duración y dinámica sostenedora, interpretación, vestuario, diseño escenográfico, iluminación, sonido, profesionalismo y el apasionamiento del que la asociación tiene acostumbrado al público villamariense y villanovense. El público aplaudió de pie y permaneció en sala, sosteniendo un aplauso de extensión inusual. Entrega ilimitada de cada uno de los actores-“quijotes” que efectivizaron una puesta que debe calificarse de excelsa.
La dirección y el rol protagónico, estuvieron a cargo de José Pereyra; joven que se iniciara en la asociación 8 años atrás y hoy, es estudiante avanzado del Profesorado de Música y de Canto Lírico, se desempeña como coordinador general de la entidad que preside la profesora Viviana Nebreda. Quijotada demuestra una vez más que la calidad, la integración y la mirada valorizante de la comunidad son logros genuinamente posibles, más allá de todo acompañamiento oficial que, como habitualmente, no estuvo.
La asociación sin fines de lucro, cuya personería jurídica es 193"A"/10, cumplió 12 años de historia escrita siempre sobre una base ética y socialmente innegociables. Esto, los “quijotes” dan cuenta de ello, condena a ciertas fragilidades, pero asegura la mayor de las fortalezas: "Una identidad" sólida, auténtica y permanentemente, y por cada acción, vuelta a ratificar, definir y esgrimir ante quien corresponda. Villa María y Villa Nueva deben por fin y acaso a través del pueblo mismo, reconocer a Quijotada como espacio de genuina integración, creatividad y accesibilidad asegurada para todo aquel, niño, adolescente, joven y adulto, que desee trascender su cotidianeidad y trascenderse a sí mismo. Un párrafo aparte para el equipo conformado por trabajadores voluntarios que recrean permanentemente un espacio de ruptura con lo convencional e instituido.
La asociación ha recorrido parte del país, llevando sus propuestas escénicas a ciudades y pueblos de distintas provincias y todas fueron experiencias exitosas de encuentro profundo con públicos muy distintos. Pero presentarse en el Teatro Verdi de Villa María, siempre ha sido y será, un momento mesiánico en el que los “quijotes” y su comunidad se encuentran de un modo ciertamente profundo e intenso. El agradecimiento de la asociación a Italia SA por hacer posible el inconmensurable abrazo.
Raúl Pussetto