La idea surgió en la Tecnoteca Villa María y fue precisamente en ese espacio donde los estudiantes de la Escuela Bilingüe Bicultural “Dante Alighieri” encontraron los recursos técnicos y el apoyo profesional necesario para realizar el cortometraje “La Tecnología y la contaminación en el medio ambiente”.
En la producción audiovisual, coordinada por la profesora en Educación Tecnológica Julieta Bagüez y el referente de la Tecnoteca Gonzalo Gentille, los educandos recrean ficcionalmente una situación de riesgo ambiental como es el efecto altamente nocivo de una nube tóxica sobre la ciudad.
El relato de los jóvenes que cursan el tercer año, presentado anoche a los demás integrantes de la comunidad educativa, presenta el desastre ecológico desde la perspectiva de un noticiero villamariense.
Con su propio lenguaje y encarnando a periodistas que siguen paso a paso el terrible suceso, los chicos de la “Dante Alighieri” van dando detalles puntuales (simulan entrevistas con científicos y hasta hacen móviles en la zona de la costanera) sobre los efectos contaminantes que los “malos consumidores” están generando en nuestro hábitat.
“La idea era concientizar con algo que le llegara a la gente. Elegimos una nube tóxica y casualmente algo similar ocurrió después en Buenos Aires”, coincidieron en resaltar los protagonistas del cortometraje en diálogo con EL DIARIO.
“Ya habíamos creado el audiovisual cuando vimos lo que pasó en Puerto Madero. La verdad es que primero nos sorprendimos y después nos asustamos porque entendimos que este tipo de situaciones pueden suceder en cualquier momento”, resaltaron los reporteados por este matutino.
Vale consignar que los integrantes del proyecto son Agustina Amin Bufager, Aitana Cierra Olmos, Sol Nocetti Chiavasa, Emilia Pagola Olcese, Antonella Picca, Rocío Planes Favalli, Agustín Castro Fraire, Nicolás Goroso, Luciano Macario, Agustín Pereyra y Tadeo Toribio.
“Si bien fue algo malo para los que lo padecieron, la aparición en las noticias de la nube tóxica en la Capital nos facilita las cosas a nosotros para concientizar. El público ahora entiende de qué se trata cuando se habla de eso”, indicaron.
“En realidad lo que estamos buscando es que las personas cambien sus hábitos y se transformen en consumidores conscientes. Como consejos básicos decimos que hay que reciclar y utilizar correctamente todos los productos tecnológicos”, enfatizaron.
Para concluir, y como proyecto y desafío a futuro, los estudiantes adelantaron que ya planean investigar sobre el destino de los desechos tecnológicos en territorio villamariense.
Somos artífices de nuestro propio destino, reza el dicho popular, también lo somos de los cambios y es un compromiso que debemos adoptar para que nuestro querido planeta goce de la buena salud necesaria para albergar a las generaciones que vendrán.
Este grupo de jóvenes ya avizora lo que vendrá. Deberíamos tomar su ejemplo.