Todo se originó por un comentario que hice la semana pasada. Por ahí quiero aclarar algunas cosas que me parece que no quedaron claras o se interpretaron mal o las expresé mal.
La base de protesta es hacia el área de Cultura de la Municipalidad, no hacia la parte de Habilitaciones. Yo sé muy bien por qué se cierran algunos locales ya que hago informes técnicos de seguridad por mi profesión y para nada estoy desinformado. La mayoría es por falta de extintores, falta de luces de emergencia, carteles de seguridad, permisos, etcétera.
El tema de la ordenanza es un tema a charlar bastante tendido. Algunos artículos son imposibles de cumplir en un local donde se realice cualquier tipo de recital o evento artístico. Yo pienso que se va a llegar a algún acuerdo al respecto. El tema en cuestión es que desde el área de Cultura solamente se organiza un solo evento de rock que se hace una vez al año, el cuestionado Costanera Rock.
He participado en la mayoría de los eventos originados por el área de Cultura desde que empecé a tocar la batería, ya hace más de 20 años. Desde que me acuerdo, siempre hubo discordia en la organización, ya sean dos o 10 bandas, siempre te dejaban tocar cinco temas o media hora. Si se atrasaba el evento debido a las bandas que traían de afuera que no probaban sonido o llegaban tarde, siempre pagábamos las consecuencias las bandas locales, cortándonos el tiempo, lo que implicaba tocar menos tiempo y con toda la presión desde abajo apurándonos. Y sin una gaseosa o agua mineral.
En los últimos años es cierto que sí pagaron algo de plata. Que incluso es cuestionable. ¿Por qué cobra más plata una banda que otra sabiendo que estamos en las mismas condiciones todas las bandas villamarienses? La última vez que toqué me hicieron firmar un recibo en blanco y me pagaron 1.000 pesos. Vaya a saber por cuánto marcaron ese recibo en blanco. En una ocasión pagamos para grabar un DVD en vivo y ¿qué pasó? No me dejaron tocar con mi batería. Tuve que tocar en una porquería desafinada y alquilada por ellos.
A la bandera que con tanto orgullo pegamos siempre en el escenario en nuestros shows la tuvimos que poner para tapar la batería del grupo que seguía: El Bordo. Tocamos apurados como siempre y ¡sin luces ni humo! ¿Por qué? ¿Y el sonido? El sonidista nuestro hacía lo que podía ya que nunca nos dejaron probar sonido.
Desde ese momento me sentí muy dolido y manoseado, ya que lo que estábamos tratando de hacer es algo muy importante para mi banda y para las demás que tengan la oportunidad de realizar un DVD. Si eso se llama “apoyar” a la cultura de Villa María, si eso se llama “desinformación” por parte nuestra, prefiero que no nos apoyen nunca más.
No sé a ustedes, pero a mí tocar una sola vez al año en el Costanera Rock no me conviene y menos en todas esas condiciones que les mencioné, que seguramente me olvido de algunas. Solamente ustedes saben el sacrificio que es tener una banda y hacer lo que a uno le gusta. Cada banda tendrá su decisión de tocar o no tocar, pero sepan algo muy importante: “Trabajando en equipo se logran cosas mucho más grandes”. Basta de decir que los argentinos son individualistas y no hacer nada por cambiar eso.
Por último les comparto una frase que me gusta muchísimo: “El placer de vivir está en lo que uno elige", Corbata.
Manuel Arza
Baterista de Nauseabundos de Alegría